Francia comete «graves violaciones» de los derechos de los migrantes en una frontera con España que se cierra cada vez más, y en la que 12 personas murieron desde 2021 tratando de buscar vías alternativas de ingreso al país para evitar controles «discriminatorios» y expulsiones expeditivas que incumplen la ley internacional, denunciaron hoy varias ONG.

A lo largo de sus 632 kilómetros de frontera con España, Francia «reforzó» sus controles reintroducidos en 2015, que ejerce de manera «discriminatoria», escribió la Coordinación de Acciones en las Fronteras Interiores (CAFI), que reúne ONG como Amnistía Internacional (AI).

Los controles «provocan graves violaciones de derechos de las personas migrantes», lamentaron las organizaciones no gubernamentales, entre ellas Médicos del Mundo, que realizaron varias misiones de observación entre 2019 y 2022.

Agregaron que los controles en la frontera situada a lo largo de la cadena montañosa de los Pirineos afectan «a las personas racializadas» y «conducen a la devolución de muchas personas sin respetar sus derechos fundamentales, en violación del derecho nacional, europeo e internacional».

«Las autoridades francesas ponen en marcha procedimientos expeditivos que tienen un único objetivo: devolver directamente a las personas de dónde vienen», objetaron.

La medida conduce a los migrantes a recurrir a vías más peligrosas que provocan «graves accidentes», según las organizaciones, que citan «al menos 12 muertos» en esta frontera entre inicios de 2021 y finales de 2022.

A su vez, reclamaron «la protección de la integridad física» de los migrantes y el respeto del derecho de asilo, reportó la agencia de noticias AFP.

Aunque España y Francia pertenecen al espacio de libre circulación europeo Schengen, París prolonga desde hace años la reintroducción de estos controles alternando los motivos, como la pandemia de coronavirus o «la amenaza terrorista».

Desde mayo y hasta finales de octubre, los justifica por el riesgo de atentados durante la Copa del Mundo de Rugby que se celebrará en septiembre y noviembre en Francia y por el aumento de la entrada irregular de migrantes.