El francés Salah Abdeslam, único miembro con vida de los comandos yihadistas que mataron 130 personas en París en noviembre de 2015, se niega a responder a las preguntas de un tribunal que le juzga desde este lunes en Bruselas por un tiroteo en marzo de 2016, expresando su confianza en Alá.

«No deseo responder a ninguna pregunta», pero «mi silencio no me convierte en criminal, es mi defensa», aseguró ante el tribunal, donde comparece rodeado dos policías encapuchados.

«Hay pruebas en este caso, pruebas tangibles, científicas. Me gustaría que nos basáramos en eso», agregó el acusado que se enfrenta hasta 40 años de prisión por «intento de asesinato de varios policías», criticando cualquier instrumentalización del juicio para «satisfacer a la opinión pública».

Abdeslam se refirió así a Alá y su religión, el islam. «Es en mi Señor que pongo mi confianza (…) lo que constato es que los musulmanes son juzgados y tratados de la peor manera posible», agregó este francés de 28 años de origen marroquí.

«Testifico que no hay más dios que Alá, Mahoma es su servidor y su mensajero», aseguró. «Ahora, júzguenme, hagan lo que quieran de mí. Es en mi Señor que yo pongo mi confianza», agregó.

«No tengo miedo de ustedes, no tengo miedo de sus aliados, (…) pongo mi confianza en Alá y, eso es todo, no tengo nada que añadir», concluyó.

Aunque este proceso juzga el tiroteo ocurrido en la localidad de Forest en marzo de 2016, donde tres policías resultaron heridos, se ve como un preámbulo del que tendrá lugar en Francia por los atentados de París en una fecha por confirmar.