A 20 años del frustrado golpe de Estado contra el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013), el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recordó durante la noche de este lunes que Estados Unidos estuvo detrás de aquel hecho, de acuerdo con lo que afirman documentos desclasificados de la inteligencia, el Gobierno y el Parlamento estadounidenses.

«El Golpe de Estado fue orquestado, decidido y ejecutado, no porque lo diga yo, es porque lo dicen los documentos desclasificados, de las instituciones, del Congreso, la Casa Blanca, la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos), el Departamento de Estado, suficiente material desclasificado hay, suficientes pruebas documentales de que Estados Unidos en el Gobierno de George Bush (h) conspiró dentro de su geopolítica para derrocar y matar al comandante Chávez», indicó Maduro.

El mandatario aseveró en una transmisión en cadena nacional que las acciones ejecutadas en contra del gobierno de Chávez durante 2002 buscaban poner fin a su liderazgo dentro de la región latinoamericana.

«El imperialismo sabía el impacto inmenso del liderazgo bolivariano que desde Venezuela el comandante Chávez tenía en el despertar de la conciencia de América Latina, el Caribe y los pueblos del mundo», enfatizó Maduro, citado por la agencia de noticias Sputnik.

Aquel suceso comenzó con el rechazo de los empresarios a una serie de medidas anunciadas por Chávez.

La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), encabezada por el empresario Pedro Carmona Estanga, convocó a una huelga el 9 de abril.

La medida contó con el apoyo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, en ese entonces liderada por el opositor Carlos Ortega.

En el marco de la huelga, los empresarios llamaron a una movilización, que a pocas horas de haberse iniciado cambió su ruta inicial para dirigirse al palacio presidencial Miraflores, donde en paralelo se concentraban simpatizantes de Chávez en su respaldo.

En ese contexto, dirigentes del chavismo alertaron sin éxito sobre una posible confrontación, intentando que se cambiara la ruta de la marcha opositora.

El encuentro entre ambas movilizaciones fue inevitable, y se produjeron disturbios que culminaron con 19 muertos y varios heridos.

Chávez dirigió un mensaje a la ciudadanía a través de la cadena nacional con el propósito de aplacar los ánimos, pero las movilizaciones continuaron.

A la par, las principales cadenas de televisión privadas del país decidieron interrumpir la transmisión presidencial para colocar en su programación dibujos animados.

En la madrugada del 12 de abril, el ministro de Defensa de Chávez, Lucas Rincón, brindó un mensaje ante cámaras en las que indicó que las Fuerzas Armadas repudiaban los incidentes y que, en ese marco, habían solicitado la renuncia de Chávez, y que éste la había aceptado.

Los promotores del golpe redactaron el Acta de Constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional, también conocido como el «Decreto Carmona», en la cual se constituyó un nuevo gobierno de facto presidido por el propio Carmona Estanga, disolviendo la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), el Tribunal Supremo de Justicia y suspendiendo al fiscal general, contralor general, los gobernadores y los alcaldes electos.

Sin embargo, los seguidores de Chávez se mantuvieron en las calles exigiendo su regreso, a lo que se sumó el no reconocimiento del nuevo Gobierno por parte de varios países latinoamericanos y la lealtad hacia Chávez mostrada por militares venezolanos.

Todo ello hizo que Chávez regresara el día 13 para reasumir la Presidencia en la madrugada del 14 de abril de 2002.