La Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a estudiar este lunes en Ginebra si el virus del Zika, que podría ser el causante de la multiplicación de malformaciones congénitas en América Latina, debe considerarse como una emergencia de salud pública internacional.

La reunión es una conferencia telefónica entre ocho expertos, altos responsables de la OMS y 12 representantes de los Estados miembros, entre ellos Brasil, el país más afectado, y Argentina, indicó a la AFP el portavoz, Gregory Hartl.

Aunque los síntomas de este virus transmitido por la picadura de un mosquito suelen ser de escasa gravedad, han surgido indicios que lo vinculan al número excepcionalmente elevado de casos de niños nacidos con microcefalia, particularmente en Brasil.

«Aunque todavía no se ha establecido una relación causal entre el virus del Zika y las malformaciones congénitas y síndromes neurológicos, hay fuertes motivos para sospechar su existencia», afirmó la semana pasada la directora general de la OMS, Margaret Chan, al anunciar la convocatoria de un Comité de Emergencia de esa agencia de la ONU.

Chan se refería al síndrome de Guillain-Barré, una afección en la que el sistema inmunitario ataca el sistema nervioso, llegando a producir parálisis en algunos casos.

Brasil alertó en octubre sobre un número elevado de nacimientos de niños con microcefalia en el noreste. Actualmente hay 270 casos confirmados y 3.449 en estudio, frente a 147 en todo 2014.

Brasil notificó en mayo de 2015 el primer caso de enfermedad por el virus del Zika. Desde entonces, «la enfermedad se ha propagado dentro del país, y también a otros 22 países de la región», apunta la OMS.

Con más de 1,5 millones de personas contagiadas desde abril, Brasil es el país más afectado por el virus, seguido de Colombia, que el sábado reportó más de 20.000 casos, 2.000 de ellos en mujeres embarazadas.