De acuerdo con documentos a los cuales pudieron acceder algunos medios periodísticos, Pablo Clusellas, titular de la Secretaría Legal y Técnica del Gobierno de Mauricio Macri, durante diez años ofició de intermediario entre su estudio jurídico y Mossack Fonseca, la firma panameña especializada en el armado de sociedades “offshore” en distintos puntos del planeta.

Amigo del Presidente desde su época en que estudiaban en el Colegio “Cardenal Newman”, Clusellas fue uno de los hombres de mayor confianza de Mauricio Macri durante sus ocho años de gestión en la ciudad de Buenos Aires, donde también ocupó el cargo que ahora tiene a nivel nacional. Además, en el año 2006 fue director de Sinosocma SA, empresa del holding Macri.

Fue también quien redactó las leyes de la gestión porteña del PRO, y un referente para Mossack Fonseca, a través del estudio Romero, Zapiola, Clusellas, Monpelat, por lo menos hasta 2008, según se desprende de la información provista por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.

Cliente Nº 10.960

De los documentos se desprende que, identificado con el número de cliente 10.960, el estudio jurídico que integró Clusellas aparece catalogado como «intermediario», un término que los panameños aplican a los abogados que alrededor del mundo ofician de nexo con los verdaderos dueños de las sociedades “offshore” para organizar la estructura jurídica y contable de las inversiones en paraísos fiscales.

La vinculación entre Mossack Fonseca y Clusellas se remite a mayo de 1999, cuando los empleados del estudio panameño visitaron al ahora funcionario del gobierno de Macri, en su estudio jurídico porteño. «Ambiente profesional, decoración excelente, oficina muy grande. Contacto: Pablo Clusellas. Cordial, 35-45 años, apariencia muy buena», escribieron esos empleados luego de la visita en la ficha de clientes. «Visitamos oficinas donde trabajan 20 personas, abogados con especialización empresarial. Brindan servicios para todas las áreas. Se le presentaron nuevos servicios e info que no conocía sobre fundaciones, pero hablaba con mucho conocimiento», continuó el relato de uno de los enviados por la firma Mossack Fonseca.

A partir de ese encuentro pasó a ser “Mr. Clusellas», y quedó registrado como «intermediario» ante la sede central de Mossack Fonseca, en Panamá. Entre sus datos personales, en la ficha de cliente aparece también su correo electrónico corporativo.

Otras operatorias

Mientras nuestro país lidiaba con el colapso de fines de 2001, el corralito, la devaluación y el corralón, Mossack Fonseca le envió a Clusellas información sobre las bondades de operar en Hong Kong y Nevada, plazas con amplias facilidades, acompañada por un fixture del Mundial de fútbol que estaba por comenzar en Corea y Japón.

No se sabe a ciencia cierta qué, pero algo pasó desde entonces porque recién cuatro años después, el 20 de marzo de 2006, los empleados de Mossack Fonseca renovaron algunos de los datos de contacto del estudio jurídico. Lo mismo hicieron cuando, por ejemplo, actualizaron la dirección de Romero, Zapiola, Clusellas, Monpelat, en el tercer piso de un edificio en la avenida Corrientes al 300.

El vínculo como «intermediario activo» del estudio de Clusellas ante Mossack Fonseca continuó así, por lo menos, hasta 2008, según consta en los registros de los Panamá Papers.

En su declaración jurada del período 2014, el funcionario nacional declaró poseer el 1% de las acciones del estudio jurídico. Además, en los registros públicos de la sociedad, figuró con cargo ejecutivo dentro del estudio hasta 2009, inclusive.