Un impactante alud de agua, piedras y barro dividió en dos por algunas horas al pueblo salteño de Iruya, distante a unos 300 kilómetros de la capital salteña, tras un temporal que generó una inusual crecida del río Milmahuasi.

La avalancha fue el resultado del temporal que se abatió en las últimas horas sobre buena parte del territorio salteño como parte de las precipitaciones que se vienen sucediendo desde diciembre pasado, cuando se inició la habitual temporada de lluvias que se prolonga hasta fines del mes próximo.

«El pueblo quedó dividido en dos. La lluvia de los últimos días fue determinante para que este alud de lodo nos dejara sin conexión», informó Gloria Herrera, presidenta del Concejo Deliberante de Iruya.

El fenómeno natural asustó a los turistas que se encontraban en el pueblo, uno de los más visitados del norte salteño. Imágenes que rápidamente se viralizaron muestran cómo las personas que se encontraban cerca del río tuvieron que huir del alud mientras las fuerzas policiales intentaban controlar la situación.

Por precaución, se suspendieron los viajes y se recomendó a los turistas quedarse en el pueblo hasta que baje el caudal de agua y no haya peligro de que ocurra otro alud de barro.

Por este motivo, muchos visitantes de la localidad quedaron varados allí, ya que la ruta de acceso al pueblo desde el lado jujeño cruza en dos puntos el curso de agua, generalmente bajo y sereno.

La localidad de Iruya le pidió al Gobierno Provincial un proyecto de defensa y canalización del río. Los concejales piden que el «Gobierno provincial ayude a solucionar este problema que realmente nos preocupa».