Por Guido Brunet
Un verdadero calvario atraviesa una familia rosarina, que actualmente se encuentra varada en Villa Carlos Paz, Córdoba. Los Cuello habitan esa provincia desde hace cuatro años, aunque constantemente volvían a Rosario.
El matrimonio, que tiene cuatro hijos, vivía en barrio Ludueña pero decidió cambiar al aire serrano para alejarse de la inseguridad que se vive día a día en Rosario. Cuentan que sufrieron robos tanto en su vivienda como en locales de venta de celulares que tenían en calle Superí al 1.500 y -previamente- en la zona de La Cerámica.
Es así como hace unos años emprendieron viaje a Córdoba. Primero recalaron en Tanti, y en marzo pasado los padres y tres de los hijos (de 16,18 y 23) se dirigieron a Carlos Paz, donde alquilaron un departamento temporal con la idea de luego conseguir un lugar permanente. Pero el aislamiento social obligatorio les cambió los planes y convirtió el nuevo lugar de residencia en un infierno.
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Es que el alquiler, de más de mil pesos diarios, se volvió imposible de pagar debido a la cuarentena y la consecuente imposibilidad de trabajar, ya que la pareja se dedica a la venta ambulante de artículos de librería.
A causa de la suspensión del pago, el dueño del departamento intimó a los inquilinos a dejar el lugar, les quitó la llave y les cortó el agua, el gas y la electricidad con el fin de que se fueran, a pesar de que la familia se ofreció a abonarlos.
Por lo tanto, la familia se encuentra varada en la ciudad cordobesa con apenas unos cientos de pesos por día que consigue el hombre de la venta ambulante, sin servicios y sin vehículo para volver a Rosario.
En diálogo con Conclusión, la mujer del matrimonio, Andrea Rojas, comentó que «a nosotros la cuarentena nos agarró mal parados. Hace quince años que alquilamos, y nunca tuvimos problemas, siempre pagamos bien. Pero ahora no tenemos trabajo, no podemos abonar y no tenemos a donde ir».
«Si no podés pagar el alquiler del lugar donde te agarró la cuarentena, el dueño te corta los servicios esenciales. Somos cinco personas que hace más de un mes no podemos bañarnos, lavar la ropa, más ahora cuando se necesita ser más estricto con la limpieza«, relata la mujer.
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La familia recibía bolsones de comida por parte del Municipio de Carlos Paz, pero cuando se enteraron del conflicto que mantenían con el dueño del lugar y que no eran de esa localidad, les cancelaron la asistencia. Ante los sucesivos pedidos de ayuda de la familia a la Municipalidad, no obtuvieron respuestas.
Además, Rojas manifiesta que “la gente de Carlos Paz no nos ayuda, se olvidan de que estamos en cuarentena”, a la vez que, según indica, realizaron denuncias falsas en contra.
Ahora la familia, prácticamente sin recursos debido a la pandemia, pide ayuda tanto desde Carlos Paz como Rosario para sobrellevar esta situación. Es una de las tantas familias a las que la cuarentena los tomó en medio de una mudanza o en otra ciudad y sin forma de abonar el alquiler o volver a su lugar de residencia.
