Por Gisela Gentile

Una familia rosarina vive un calvario en el afán de poder repatriar las cenizas y pertenencias de su hijo fallecido en el Hostel Kamala en Montañitas, Ecuador. El pedido de sus allegados es que cancillería se haga cargo de la misma, en segundo lugar, poder recuperar las pertenencias personales de Juan Ignacio.

Conclusión dialogó con Fabio Bonamico, pareja de su mamá Mercedes Stazi,  para conocer el reclamo que llevan adelante. “Recibimos una llamada desde Ecuador diciéndonos que encontraron el cuerpo de Nacho sin vida el 29 de abril. Él se encontraba trabajando allí desde septiembre del año pasado, al conocer esta triste noticia comenzamos a realizar los movimientos necesarios para traer los restos a Rosario”.

“Veníamos bien hablando con cancillería, mientras tanto la policía de Ecuador nos decía que nuestro hijo no tenía pertenencias, cosa que no es cierta, inclusive el pasaporte de él lo tenía retenido el dueño del Hostel. Allí me quieren dar a entender que Nacho estaba en situación de calle, realmente esto me enoja mucho porque no era así. Cabe destacar que lo que reclamamos no es nada de valor, son cuatro remeras, un cuaderno, álbum de fotos y otras partencias de valor sentimental”, comentó con tristeza Fabio.

Además de tener que transitar un dolor tan grande como la pérdida de un ser querido, esta familia debió enfrentarse a la burocracia, “llamamos a cancillería y nos dijeron que se iban a comunicar con nosotros para ver el tema de la funeraria y la repatriación. Desde la casa velatoria me piden 2000 dólares como mínimo para poder traerlo ya que había otro presupuesto de 4000. Nosotros no entendíamos nada y les menciono si cancillería se había comunicado con ellos, a lo cual responden que no, que debíamos hacerlo nosotros”.

“Nos comunicamos con cancillería con el fin de expresarles que ese valor excedía nuestras posibilidades económicas y  lamentablemente nos respondieron que ellos no podían hacerse cargo de nada. Como “gran ayuda” nos ofrecieron enterrarlo gratis en Ecuador, y allí empezó la movida para recaudar fondos”.

Esta familia, cargando no sólo la tristeza de la pérdida sino también el desamparo del estado, puso a disposición de todos aquellos que conocían a “Nacho” una cuenta para recaudar el dinero que solicitaba la funeraria.

Sin dudas este joven dejó huellas en muchos amigos y conocidos ya que esta mañana su mamá Mercedes comentó emocionada que habían llegado al monto pedido desde la casa velatoria. Juan Ignacio, “Nacho”, como todos lo conocían, era dueño de un alma tan libre como comprometida. Un pibe con una enorme sensibilidad social y a las causas que hacen a la misma.

Seguramente se aproximarán horas difíciles en donde la familia podrá contar con los restos de su ser querido, pudiendo así realizar su duelo. “Si cancillería nos entrega el dinero de los costos del traslado de nuestro hijo, vamos a donar lo recaudado a una agrupación que lucha contra la violencia de género, ya que Nacho así lo hubiese querido”.