Ahora, gracias a un estudio de saliva o sangre, realizado previo a la concepción, es posible saber qué posibilidad hay de que uno de los padres transmita a sus hijos una mayor predisposición genética a padecer ciertas enfermedades.

Patologías como diabetes, hipertensión, fibrosis quística, obesidad y hasta algunos tipos de cáncer, entre otras 600 enfermedades serán posibles de detectar a partir de un simple estudio. Lo afirmó la doctora Ester Polak de Fried, especialista en fertilidad y directora del Departamento de Medicina Reproductiva del Centro Especializado en Reproducción de Buenos Aires (CER).

«Cualquier pareja puede hacerse el estudio y conocer si es o no portadora de alguna de esas mutaciones, que podrían ser transmitidas a sus hijos. El análisis les permitirá contar con la información necesaria y llevar adelante conductas de prevención», manifestó la médica. «Se trata de contar con información que nos ayude a tomar medidas para que cualquiera de esas enfermedades, en las que también juega un rol importantísimo el medio ambiente, no se dispare«, subrayó Polak de Fried.

Este tipo de estudio analiza si una persona es portadora de mutaciones de enfermedades genéticas que, en caso de dar positivo, indicará que el sujeto puede transmitirla a sus hijos. «Una persona puede estar sana y no saber que es portadora de una mutación genética. Y si ese individuo forma pareja con otra persona que presenta el mismo gen mutado, tienen el riesgo de que sus hijos desarrollen esa enfermedad «, detalló.

«Se hace con un hisopado de la mucosa bucal o una extracción de sangre, que permite evaluar el ADN de las personas y estudiar la presencia o no de genes defectuosos», detalló la investigadora. “Esas mutaciones se transmiten silenciosamente en una familia de generación en generación y sólo se descubren cuando una pareja tiene un hijo que la manifiesta”, completó Polak de Fried.