Un cura italiano, el padre Pellegrino Ernetti, dijo que inventó junto a un grupo de científicos una máquina llamada Cronovisor que permite ver imágenes que sucedieron en el pasado y que el aparato se encuentra en el Vaticano.

El supuesto inventor, argumentó que el Cronovisor podía sintonizar cualquier momento o lugar de la historia pasada y traería imágenes y sonido de lo que pasó allí.

Aunque nunca fue oficializado, un libro de 2002 del sacerdote François Brune, dice lo contrario. Según Brune, el Cronovisor se mantuvo en secreto hasta principios de la década de 1960, cuando Ernetti se lo confió a Brune.

En ese momento, el Padre Brune quiso saber si Ernetti y sus colaboradores habían podido ver la crucifixión de Cristo. Y Ernetti le respondió: «Vimos todo, la agonía en el jardín, la traición de Judas, el juicio, el calvario».

El dispositivo descrito por el padre Ernetti parecía ser capaz de sintonizar casi cualquier época y cualquier lugar. Reunía los restos de ondas electromagnéticas que quedaban en el entorno en un momento y lugar, y las volvía a ensamblar en una imagen coherente.

Algunos científicos han especulado públicamente que podemos encontrar sonidos del pasado preservados en el medio ambiente.

¿Qué vio el padre Ernetti con el Cronovisor?

Vio desde la fundación del Imperio Romano hasta la destrucción de Sodoma y Gomorra.

Observaron no solo la última cena, la crucifixión de Cristo y todos los eventos de Su pasión.

También al conquistador francés Napoleón, vio discursos de Mussolini y del filósofo romano Cicerón, y la obra Thyestes del poeta romano Quintus Ennius, hoy perdida.

Ernetti contó que presenció el discurso de Marco Tulio Cicerón ante el senado romano en el año 63 a. C., y dijo: «Sus gestos, su entonación, ¡qué poderosos eran! ¡qué vuelos de oratoria!».