Un estudio sobre comunicación política en redes sociales detalla cómo los distintos gobiernos del mundo utilizan estos recursos para influir en la opinión pública. Entre ellos, el argentino.

La movida del gobierno nacional de utilizar cuentas falsas en redes sociales “para hostigar a críticos e influir en la opinión pública” trascendió a las fronteras y quedó expuesto en un estudio de la prestigiosa universidad de Oxford.

Así lo revela el portal de noticias eldestapeweb.com, agregando que la investigación, denominada «Tropas, trolls y armadores de problemas: un inventario global de la manipulación organizada en las redes sociales», fue realizada por Samantha Bradshaw y Phillip Howard, del proyecto sobre Propaganda Computacional. Allí se describe un estado de situación mundial sobre el uso que hacen los gobiernos de las redes sociales para influir, con cualquier tipo de armas, en la opinión de la gente. Y menciona a la Argentina.

Detalles del estudio

Recopilando información periodística de diversas fuentes, el estudio detalla que «se utilizaron bots gubernamentales en países como Argentina, Azerbaiján, Irán, México» y una larga lista de países. «Estos bots son usualmente usado para inundar las redes sociales con spam y noticias falsas. También amplifican voces e ideas marginales inflando el número de likes, compartidos y retweets, creando una sensación artificial de popularidad», precisan.

Oxford pone a Argentina y Ecuador como dos ejemplos de países en los cuales el Gobierno contrata «ciber tropas». Y menciona al ahora desaparecido Ministerio de Comunicaciones y la propia Presidencia de la Nación como los empleadores de este ejército de trolls. Además, Brasil y Venezuela son los otros países de la región mencionados como los que usan este tipo de recursos.

Otras muchas naciones

A nivel mundial, esa lista incluye desde los Estados Unidos, México, países democráticos como Australia, Reino Unido y regímenes autoritarios como Arabia Saudita, Irán, China y Corea del Norte, entre otros.

La investigación concluye que «no hay dudas que los usuarios individuales pueden divulgar discursos de odio y trollear a otros usuarios. Desafortunadamente, esto es también un fenómeno organizado, con gobiernos y partidos políticos dedicando recursos significativos al uso de las social media para la manipulación de la opinión pública».

El informe aquí