Por Alejandro Maidana

Es menester de todo aquel y aquella que se precie como un ser reflexivo, profundizar las preguntas sobre el tipo de energías que necesitamos y el camino transicional a transitar para adquirirlas.

Pero, ¿existe una propuesta genuina y propia desde los movimientos populares ante este modelo impuesto?; ¿hay alternativas? Tanto Pablo Bertinat como Felipe Gutiérrez se encargaron de profundizar de manera medular, un debate que debe dejar de ser para unos pocos, para pasar a ser de la enorme mayoría que contempla con ojos impávidos, el negocio de unos pocos.

El libro reúne diez artículos de investigadores, trabajadores y personas que son parte del debate energético en el país. Se divide en dos capítulos: el primero discute los nudos problemáticos del actual modelo energético y el segundo desarrolla propuestas y alternativas de superación de esta crisis. Una luz en el oscuro camino de la desinformación.

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En el marco del panorama oscuro de la crisis, la buena noticia fue que el debate sobre la energía atravesó la discusión pública argentina en el 2010. Vaca Muerta, la importación de gas, la renacionalización parcial de YPF, el desembarco de Chevron y el fracking, los cortes de servicios, las centrales hidroeléctricas en Santa  Cruz  o  los  tarifazos,  son  algunos  de  los  hitos  que  tomaron  la agenda pública del país, dándole a la energía un lugar relevante.

De  este  modo  emergieron,  aún  en  condiciones  de  disparidad,  luchas  que  lograron  instalar  elementos  que  antes  no  aparecían,  como  los  impactos  sociales  y  ambientales  de  la  extracción  de  hidrocarburos y la generación de energía; la orientación pública de la  política  energética;  o  los  ganadores  y  perdedores  en  términos  económicos y simbólicos.

Para fortalecer el debate sobre lo que el pueblo necesita en materia energética, Conclusión dialogó con dos especialistas que presentaron un libro más que necesario, “hay tanta oscuridad sobre el tema energético que la idea es iluminar el camino para poder dar un debate democrático, esto último en Argentina se dificulta muchísimo. Es por ello que a través de este libro presentamos las alternativas junto a distintas investigadoras e investigadores que estudian la temática energética”, sostuvo Felipe Gutiérrez, uno de los autores de esta obra indispensable e integrante del Observatorio Petrolero Sur.

 

Desde siempre nos han hecho creer que el tema energético era solo propiedad de expertos en la materia, pero ¿cuánto hay de cierto en esto? “Este es un tema profundamente político, no un patrimonio de expertos. La matriz energética de un país habla de su modelo de desarrollo, y del mismo tenemos que discutir todos y todas. En ese camino decidimos darle vida a este libro para lograr la mayor difusión posible al tema, el mismo se puede conseguir a un precio popular o sencillamente descargarlo en PDF”, cuenta Gutiérrez.

La desinformación utilizada como arma para el beneficio de unos pocos, “a nosotros nos gusta pensar en la idea de que existe un consenso en torno a los combustibles fósiles, un consenso empresarial, sindical y gubernamental del cual no se puede salir, pareciera ser que no hubiera alternativa. El discurso hegemónico se consolida desde una base concreta, la inexistencia de una posible alternativa a los hidrocarburos. Es por ello que buscamos quitarles esa discusión a los autoproclamados expertos y politizarla sin perder el rigor, ya que el paso transicional para llegar a la energía renovable, es un camino que debemos transitar las mayorías, y para esto, estar informados es una herramienta imprescindible”.

Vaca Muerta, el as de espada de los gobiernos de turno

El temor por posibles derrumbes, la rotura de viviendas y mucha incertidumbre se han convertido en parte del cotidiano de quienes habitan Sauzal Bonito. El pueblo patagónico ubicado sobre la formación de shale Vaca Muerta no para de temblar desde que la explotación de gas no convencional comenzó en ese rincón de la provincia del Neuquén. Tanto las autoridades públicas como las empresas tratan de desvincular el incremento de la actividad sísmica de la extracción de hidrocarburos, sin embargo hay un pueblo que padece lo mismo que ocurrió en otras partes del globo en las que el controvertido paquete tecnológico del fracking llegó. Mientras investigaciones académicas demandan profundizar los estudios sobre las causas y el cuestionado negacionismo balbucea respuesta, la tierra no deja de temblar.

Sobre esto, Felipe Gutiérrez fue tajante: “Las explicaciones del porque existe la necesidad de impulsar Vaca Muerta, son muy complejas y tienen que ver con el consenso mencionado anteriormente, y la imperiosa necesidad de éste y el anterior gobierno, de hacer ingresar dólares. Si bien la crisis energética es concreta, lo que debe primar es la concepción de la energía como un derecho humano, que debe ser un servicio público, entonces la producción de la misma debe estar al servicio de las personas para mejorar su calidad de vida, no como un commoditie o bien transable. La necesidad de comenzar a transitar un camino transicional donde las energías renovables comiencen a ganar terreno es fundamental, pero para ello la población debe apropiarse del discurso energético”.

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Pablo Bertinat pertenece al Taller Ecologista de la ciudad, consultado por este medio sobre la proyección del libro indicó: “Este es un trabajo coral de muchas voces y diferentes investigaciones sobre esta temática que parece muy etérea como lo es la soberanía energética, pero que tiene mucho anclaje en cómo pensar y repensar alternativas. Hemos podido profundizar el debate con distintos actores del campo popular con los que tenemos acuerdos y desavenencias, pero que coincidimos en lo más importante, el camino hacia un necesario cambio de paradigma en materia de producción de energía”.

El rol del kirchnerismo y el desembarco de Cambiemos, una lectura necesaria sobre una transformación energética que se quedó en amagues. “Con el gobierno anterior hemos tenido algunos aspectos de coincidencia y muchos de disidencia. Acordamos con la recuperación de YPF, pero no con la línea que se impuso con Chevron y desarrollo de Vaca Muerta. Consideramos que se perdió una enorme posibilidad de mutar la matriz energética, cerrándose hacia los combustibles fósiles, cuestión que derivó en la importación de gas en el país. La sensación es que se perdió una enorme posibilidad de poder producir de una manera no convencional, claro que la de este momento es mucho más terrible, ya que el actual gobierno transfirió todos los subsidios que sostienen a ese modelo fósil a los sectores de menores recursos empeorando la situación de manera alarmante. El cuadro de situación es muy concreto, se multiplicó los niveles de pobreza energética en Argentina, y el poder de las empresas detrás de esto”, espetó Bertinent.

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El desafío de atacar la médula de la desinformación, un camino estoico en donde la militancia por esta temática tan crucial para la vida de los argentinos busca imponerse. “Esta es una gran complicación, ya que el tema energético está destinado a ser solo para algunos especialistas. Una gran posibilidad que tenemos a mano, es poder llevar adelante el desarrollo de políticas energéticas locales. Allí se presenta una enorme oportunidad, debemos romper con esa barrera que imponen los dirigentes locales en torno a no asumir esto como una problemática propia. Si nosotros, y hago referencia no solo al gobierno, sino también a las distintas organizaciones locales pudiésemos asumir la pobreza energética en Rosario y comenzar a pensar en soluciones, fuentes y salidas, estaríamos más cerca que esta realidad pueda ser discutida por todos los habitantes”, concluyó.