Las autoridades sanitarias de Santa Fe evalúan endurecer los controles a causa de varias fiestas clandestinas durante el fin de semana y también en el túnel subfluvial que comunica con Entre Ríos a raíz del crecimiento de casos de coronavirus registrado en la provincia vecina, informaron este lunes fuentes oficiales.

Voceros oficiales indicaron que además está en análisis el comportamiento social de los santafesinos, donde este domingo a la madrugada debieron intervenir agentes de Control municipal en dos fiestas clandestinas de más de 50 personas cada una.

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Desde el Ministerio de Salud de la provincia indicaron que el nexo laboral que caracteriza a las capitales de ambas provincias «sigue siendo estrecho a pesar de las restricciones» y allí ven un problema debido a que en Entre Ríos ha crecido el número de casos en los últimos días hasta superar los 330.

El punto estratégico de los controles es el túnel subfluvial Uranga-Sylvestre Begnis, única vía de comunicación entre las dos provincias y donde actualmente hay postas sanitarias que detienen a los vehículos, controlan la documentación y toman la temperatura de las personas que pretenden cruzar.

En ese sentido, el director regional de Salud de Santa Fe, Rodolfo Roselli, explicó que casos como el detectado ayer «por ahora son aislados o puntuales», pero advirtió que «si estos casos puntuales no se acompañan de medidas de cuidado, protección personal y social, puede avanzar hacia un brote, y si la ciudad de Santa Fe llega a tener un brote va a ser muy difícil controlarlo».

Sobre las fiestas detectadas durante el fin de semana, el funcionario consideró que «sería lamentable tener que retroceder (de fase en el distanciamiento social) por una inconducta».

En ese sentido, en declaraciones a radio Universidad, Roselli dijo que «nos va a costar muchísimo controlar un brote en la ciudad de Santa Fe con este comportamiento social».