Por Marcelo Chibotta

Con los volantes en la mano, charlando con cada persona que quiera escucharla, Laura Acosta explica que el tratamiento con aceite de cannabis (o marihuana) es casi indispensable para mejorar la calidad de vida de su hija, como la de otros niños cuyas madres la acompañan en el pedido.

Conclusión conversó con Laura en la puerta de la legislatura santafesina este jueves, mientras difundía el pedido de su organización: «Somos una agrupación que organizamos las mamás de chicos con enfermedades epilépticas denominadas refractarias y empezamos a luchar para poder tener el tratamiento del cannabis medicinal».

La mujer no está sola en el reclamo ya que su pedido, como el de otras madres, tuvo eco en el diputado Leandro Busatto que la presentó la semana pasada, habiendo tomado como antecedente un proyecto presentado en la provincia de Chubut con similares características.

Como muchos sabrán ya, el tema está muy instalado en Argentina con prejuicio porque cuando se habla de una planta como la de la marihuana ya se usa la palabra droga. Si por ejemplo se hubiese tratado del aloe vera, no hubiésemos tenido el problema que tenemos ahora las mamás por la cuestión de la despenalización», subrayó.

Enseguida, Acosta manifestó: «Queremos que se despenalice el uso de marihuana para el tratamiento de epilepsia y otras enfermedades, aunque la lucha nuestra es el tratamiento para quienes tienen epilepsia. Nosotros somos un grupo que tenemos todos los chicos con epilepsia refractaria y por su enfermedad tienen muchas medicaciones que no funcionan».

«En el caso de mi hija – manifestó seguidamente – el cannabis medicinal funciona, lo está tomando hace dos meses, tiene mejor calidad de vida, las convulsiones han mejorado notablemente, en ella de 30, 20 o 10 convulsiones diarias, pasó a tener dos o tres por día y a veces ninguna».

Consultada sobre si ve que el tratamiento es complementario a la medicina tradicional o si lo reemplaza, Acosta indicó que «con otros medicamentos es un tratamiento paliativo, creería que hasta ahora es paliativo».

En otro orden, la referente de el agrupamiento Madres por el Cannabis Medicinal (Macame), se refirió a la visión que desde las ciencias médicas tienen del tema: «Los médicos antes no decían nada, fuimos a solicitar el tratamiento, hablamos con distintos neurólogos para que puedan acompañarnos y no querían saber nada. ¿Y hoy que dicen? Están interesados en tratar de acompañarnos e investigar. El sábado pasado, dimos un seminario en la ciudad capital donde se llevó el tema, adonde también hubo profesionales de la salud que por todo el movimiento de las madres, hoy por hoy se están interesando y quieren acompañarnos, no el 100 %, pero una gran parte de la salud santafesina está tratando el tema».

«En el grupo de mamás que fcannabis-2ormamos tenemos una médica que nos acompaña, se llama Adriana Luso, es pediatra y quiere acompañarnos e investigar. También hay otro médico que es muy joven y está abierto a estas cuestiones, pero lo que falta es que abran un poco más la mente, la situación es que al ser ilegal, no podemos avanzar. Hoy por eso estamos aquí en la legislatura para poder abrazar y demostrar el amor que tenemos por nuestros hijos», describió.

Tras preguntársele sobre si su lucha va más allá de la solicitud de despenalización sobre el cannabis medicinal afirmó que están peleando «básicamente» por el uso del mismo en aceite.

«Hay mucha demanda como por ejemplo la de los pacientes de fibromialgia, esclerosis múltiples, tratamientos del dolor, del cáncer, hay muchos tratamientos en los que se usan paliativos y de la marihuana fumada ¿qué puedo decir?, en este mundo bendito siempre digo que cada cual pueda hacer lo que quiera siempre que lo haga responsablemente. No estoy ni a favor ni en contra, estoy a favor de la gente que se siente bien con este tratamiento o como lo llamen», consideró Laura.

Finalmente, la integrante de Macama completó: «Son tratamientos que no están avanzados en Argentina y al ser ilegal, los médicos no pueden avanzar en las respuestas, pero por ejemplo mi neurólogo, a quien le expuse el tema, le dije que me acompañe y me dijo ‘es que no sé nada’, fui de nuevo y le dije: doctor , Narella ya está haciendo el tratamiento y disminuyó la cantidad de convulsiones, ¿por qué no me acompaña?, «vamos a ver mamá», me respondió…voy de nuevo y le digo: doctor, ¿me va a controlar a la nena?, ‘vamos a intentarlo’, me dijo. Entonces estamos avanzando porque esa es la idea, es concientizar a la gente, a la sociedad, informar por sobre todas las cosas porque esto funciona y en caso de chicos con epilepsia, nos vamos a movilizar hoy, mañana y siempre porque los chicos ya no pueden sufrir más».