VIERNES, 29 DE NOV

Telas de blindaje electromagnético: protegiendo la era conectada

Las telas de Faraday están fabricadas con fibras metálicas finas y conductoras, son lo suficientemente versátiles como para crear jaulas de Faraday de diferentes tamaños para aislar dispositivos de la comunicación inalámbrica.

Por Hermes Lavallén

 

En la era digital actual, estamos rodeados de dispositivos electrónicos y una conectividad ininterrumpida, la seguridad y privacidad de nuestra información personal se han convertido en preocupaciones cada vez más importantes.  En este contexto, la tela de blindaje electromagnético, también conocida como la jaula de Faraday, se ha convertido en una tecnología clave para protegernos de las interferencias electromagnéticas no deseadas y salvaguardar nuestra información sensible.

¿Qué es la jaula de Faraday? La jaula de Faraday es un concepto que se remonta al siglo XIX, cuando el científico británico Michael Faraday descubrió que una estructura metálica adecuadamente diseñada podía bloquear los campos electromagnéticos externos.

En términos sencillos, una jaula de Faraday es una estructura conductora que actúa como un escudo contra las radiaciones electromagnéticas. Ya sea una habitación recubierta con material conductor o una bolsa de tela especializada, la jaula de Faraday protege cualquier objeto o persona dentro de ella al bloquear las señales electromagnéticas entrantes y salientes.

Foto: Michael Faraday 1791/186, Newington Butt, Surrey, Reino Unido.

Faraday es uno de los científicos más influyentes de la historia. Fijó las bases para el desarrollo del concepto de campo electromagnético. También estableció que el magnetismo podía afectar a los rayos de luz y que había una relación subyacente entre ambos fenómenos. Descubrió asimismo el principio de inducción electromagnética, el diamagnetismo, las leyes de la electrólisis e inventó algo que él llamó dispositivos de rotación electromagnética, que fueron los precursores del actual motor eléctrico.

 Las telas de Faraday están fabricadas con fibras metálicas finas y conductoras, son lo suficientemente versátiles como para crear jaulas de Faraday de diferentes tamaños para aislar dispositivos de la comunicación inalámbrica. Por lo general se venden en rollos de 108 centímetros de ancho y se pueden adquirir por metros. La tela está compuesta por cobre, níquel y poliéster. Ofrecen eficacia en el blindaje.

Foto: securcctv.es/faraday

Aplicaciones prácticas: la tela de blindaje electromagnético o telas de Faraday, tiene una amplia gama de aplicaciones prácticas en la era tecnológica actual. A continuación, se presentan algunas de las áreas donde esta tecnología es especialmente útil:

Protección de datos sensibles: en un mundo donde nuestras vidas digitales están en constante riesgo de ser hackeadas o interceptadas, la jaula de Faraday proporciona una protección física adicional para nuestros dispositivos y datos. Al almacenar dispositivos electrónicos, como teléfonos celulares o tarjetas de crédito, en bolsas de tela de blindaje electromagnético, podemos bloquear las señales y evitar el acceso no autorizado a nuestra información personal.

Seguridad en entornos sensibles: en sectores como el gubernamental, militar o de investigación, donde la confidencialidad y seguridad son cruciales, las salas blindadas con tela de blindaje electromagnético son esenciales. Estas salas aseguran que las señales electromagnéticas no puedan ser interceptadas desde el exterior, evitando el espionaje o la interferencia no deseada.

Reducción de interferencias electromagnéticas: en entornos industriales o médicos, donde equipos delicados pueden ser sensibles a las interferencias electromagnéticas, la jaula de Faraday se utiliza para proteger y aislar estos dispositivos. Al crear recintos de blindaje electromagnético, se minimiza el riesgo de fallos o mal funcionamiento debido a interferencias externas.

Desafíos y consideraciones: si bien la jaula de Faraday es una tecnología valiosa, también presenta desafíos y consideraciones importantes. Uno de los desafíos es el equilibrio entre la protección y la conectividad. Al bloquear las señales electromagnéticas, también se impide la comunicación inalámbrica. Por lo tanto, es esencial encontrar un equilibrio.

Efectos conocidos y posibles riesgos para la salud: aunque la gran mayoría de los estudios científicos no han encontrado efectos negativos en la salud debido a la exposición a las ondas electromagnéticas, es importante reconocer que algunos individuos pueden informar síntomas como dolores de cabeza, fatiga o dificultades para dormir en presencia de campos electromagnéticos. Estas personas pueden ser diagnosticadas con hipersensibilidad electromagnética, aunque este fenómeno aún se encuentra en debate y no está ampliamente reconocido por la comunidad científica.

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