Es alarmante la cifra de una problemática que parece no tener fin en nuestra sociedad, ya que son más de 3.200 las mujeres que se encuentran con paradero desconocido en la Argentina.

Un reciente informe de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) reveló que desde 1990 hasta 2013 en la Argentina hay 3.231 niñas, adolescentes y mujeres adultas que se encuentran con paradero desconocido.

Del total de mujeres desaparecidas en todo el país, hay 147 casos en la Capital Federal y otros 1.547 en la provincia de Buenos Aires.

«Búsquedas en democracia» se denomina el trabajo encabezado por el fiscal Marcelo Colombo en el que se realizó un relevamiento del mapa nacional donde cruzaron los datos de todas las policías provinciales y dependencias gubernamentales especializadas.

Según el informe, «actualmente en el país existen 6.040 casos de niñas, niños, adolescentes y personas adultas que son buscadas. De esa cifra, 3.231 son niñas, adolescentes y mujeres adultas y 2.801 son niños, adolescentes y varones adultos».

Además, el estudio agrega: «El grupo etario que concentra mayor número de desapariciones es el de 12 a 18 años con una tendencia aún más marcada en el caso de mujeres adolescentes. En el caso de los varones, las denuncias presentan una frecuencia más regular».

Los datos oficiales señalan que, aproximadamente en 1 de cada 20 casos, la persona que desaparece es víctima de un delito.

Sobre las provincias, también se ofrecen algunas cifras: en la región Nordeste, es mayor el número de mujeres buscadas, que representan el 67% de los casos denunciados, contra el 33% de los hombres. El total es de 417 casos. Los desparecidos tienen, principalmente, entre 11 y 16 años y se registra un pico de 46 casos a los 16 y otro de 39 casos a los 15. En el Noroeste, el 61% de los 1.593 casos corresponde a mujeres y el 39% a hombres. Sólo en Tucumán, buscan a 806 mujeres.

En cuanto a la recopilación de datos y sistematización de las búsquedas a nivel nacional, el documento indica: «Una clara muestra de la precaria situación actual es que no existe regulación alguna, ni siquiera para las primeras acciones que deben desplegarse frente a una desaparición. En efecto, esta falencia ha sido reparada por las fuerzas de seguridad a través de resoluciones internas, en algunos casos».

Las cifras señalan, además, que la falta de información específica de las personas buscadas es uno de los principales problemas de los investigadores policiales y judiciales. Hay ejemplos de los que ni siquiera se conocen los números de documento de la persona buscada.

Busco a mi mamá

Este domingo es el segundo Día de la Madre que Raquel Bergamaschi no está con sus hijas Micaela y Melina, tras desaparecer el 8 de septiembre del año pasado cuando fue a visitar a su novio en la localidad bonaerense de Merlo.

Desde entonces, poco y nada se hizo para avanzar en la investigación, aún cuando hay fuertes indicios que apuntan al hombre, según publicó el Diario Popular.

«La historia no cambia, sigue igual. Ya no sabemos qué hacer. Pasaron 13 meses desde que mi mamá no está con nosotras. Jamás pudo tomar la decisión de irse, abandonar su vida, su familia. A la Justicia le pedimos que investigue al novio, pero no hizo absolutamente nada. Hay muchas pruebas, sin embargo las ignoran», dijo Micaela, una de las hijas de Raquel.RAQUEL

El último dato certero en el caso es que el viernes 5 de septiembre del año pasado, Raquel (43 años) le avisó a Micaela que pasaría el fin de semana en la casa de su novio Miguel Angel Pereyra.

Esa semana, la mujer estuvo acompañando a su otra hija, Melina, que había dado a luz en una clínica de Recoleta. Tres días después, el lunes 8, supuestamente Raquel salió de la vivienda de su pareja, rumbo a su casa en Gregorio de Laferrere. Esto último jamás fue confirmado, salvo por la pareja de la desaparecida, que así lo declaró.

«El dijo que mi mamá salió bien temprano de su casa ese lunes, que la acompañó hasta la estación ferroviaria, pero no está acreditado. No le creemos», dijo la joven.

Asimismo, señaló: «Jamás hicieron un allanamiento en la casa. Mucho después mandaron peritos, que no encontraron nada». Como tardaron mucho en pedir imágenes de las cámaras de la estación, se perdieron las grabaciones, entonces la coartada quedó firme. Hay mucho más, porque este hombre fue deportado de los Estados Unidos después de cumplir una condena por violencia de género. Es peligroso».

En ese sentido, agregó: «Le llevamos toda la documentación y nos dijeron que no servía. El tipo anda libre, como nada, y hasta me lo cruzo por la calle».

Semanas atrás, Micaela caminaba por una vereda del barrio porteño de Once, cuando observó al novio de su madre Raquel, repartiendo volantes. «Cuando mi mamá lo conoció, este tipo tenía dinero, la invitaba al Hotel Sheraton, le decía que manejaba restaurantes», contó.

En la continuidad de su relato, expresó: «Lo que creo es que lo contratan para capturar mujeres, tal vez para la trata. Le dieron dinero para seducir a una víctima y ahora se le acabó, entonces reparte volantes de locales de ropa».

«Yo sigo buscando a mi mamá con vida. Quiero que regrese. Necesito saber dónde está, qué le pasó. Es muy duro que la justicia no acompañe. Vamos, les contamos todo, anotan, pero después no hay avance alguno», dijo la hija de Bergamaschi.

https://www.mpf.gob.ar/protex/files/2015/02/B%C3%9ASQUEDAS-EN-DEMOCRACIA.pdf