Por Hermes Lavallén

La  empresa emergente  francesa Meropy lleva cuatro años dedicándose a la  agricultura de precisión, teledetección, robótica y GIS. Tiene como objetivo ofrecer a los agricultores monitoreo en tiempo real y para eso han desarrollado SentiV un  robot de exploración  modular  y  liviano  que se mueve de forma autónoma  dentro de las parcelas y escanea toda la vegetación. Su  exclusivo sistema de ruedas  no daña los cultivos y garantiza un movimiento de alta velocidad.

Con forma de araña, cuyo cuerpo está formado por una cámara que toma una foto por segundo y una serie de sensores, esta «rueda» de un metro de radio, impulsada por GPS, recorre los campos siguiendo un circuito predeterminado. Capaz de medir veinte hectáreas al día, puede identificar bioagresores (hierbas, roedores, enfermedades) y así orientar mejor los productos fitosanitarios limitando las áreas a tratar.

Dedicado a los profesionales agrícolas, SentiV, puede mejorar las prácticas de los agricultores, ya que puede recomendar soluciones para los cultivos y optimizar el fenotipado en parcelas experimentales. Una vez que el robot inspector de cultivos se abre camino en la tierra, recopila datos que luego se muestran en mapas de variabilidad.

Con este enfoque, los agricultores pueden recibir mejor información agrícola y tomar medidas inmediatas en sus cultivos. También pueden obtener beneficios debido a la mejora del rendimiento y la calidad de la cosecha. Indirectamente, el robot inspector de cultivos puede brindar una mejor calidad de vida a los agricultores y profesionales agrícolas, ya que SentiV puede ahorrar más tiempo de trabajo en comparación con el trabajo manual en los campos.

Una vez instalado, SentiV de Meropy puede moverse de forma autónoma detectando su lugar de inicio y volviendo incluso sin un operador cerca. La parcela es relevada y analizada en su totalidad, cubriendo hasta 20 hectáreas por día.

El robot inspector de cultivos tiene dos cámaras que escanean por encima y por debajo del follaje. Dado que la cosecha puede crecer mucho, el equipo de diseño se adelantó y convirtió a SentiV en un dispositivo robótico flexible.

Su ancho, altura y modo de movimiento son ajustables para adaptarse mejor al tipo de plantas y cultivos que se están estudiando y para ajustarse bien al crecimiento de la cosecha. El equipo de diseño dice que su robot inspector de cultivos no daña los campos, gracias a su ligereza (peso total de 15 kilos) y al sistema de ruedas que no maltrata la vegetación. Con el tiempo, planean agregar otros sensores de acuerdo con los tipos de datos que se detectarán», dice el equipo detrás de SentiV.

Foto: Guillemin Raymond et William Guitton son los cofundadores de la empresa Meropy, que lleva tres años desarrollando el robot SentiV.

SentiV funciona con inteligencia artificial. Esta ejecuta una serie de algoritmos que permiten la recopilación y revisión de datos. A través de estos, el robot inspector de cultivos puede controlar los requisitos de nutrientes y agua de los cultivos para la siembra o pulverización de tasa variable y optimizar el fenotipado.

SentiV también puede identificar la presencia de amenazas biológicas: malezas, enfermedades y plagas, y conocer las etapas fenológicas para monitorear el crecimiento de los cultivos. El equipo de diseño dice que, a diferencia de las soluciones de detección remota existentes, las imágenes capturadas por el sensor del robot brindan más detalles de los que puede ver el ojo humano.

Las imágenes de alta resolución del robot permiten a los agricultores y profesionales agrícolas acercar y alejar las fotos para ver lo que está sucediendo en sus cultivos antes de ingresar a los campos y buscar los problemas ellos mismos. Además, el robot también escanea debajo del dosel del cultivo, incluido el suelo y debajo de las hojas.

 Definitivamente este pequeño robot podría proporcionar mañana un seguimiento más preciso de la salud de los cultivos para optimizar los tratamientos.

Hay una nueva generación de agricultores que no tienen miedo de confiar en la robótica  y la inteligencia artificial para tratar de hacer mejor con menos (insumos, energía, etc.). En realidad, hay en marcha un cambio agrícola profundo, basado en la tecnología digital, los datos, la robótica y las nuevas energías.