Este 13 de mayo, comenzó a conmemorarse en todo el país, y hasta el 19 de mayo, la Semana del Parto Respetado. La misma busca visibilizar la Ley N° 25.929, conocida como Ley de Parto Respetado, sancionada y promulgada hace ya 20 años.

La semana se conmemora desde hace dos décadas por iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR), para visibilizar el modo en que se atienden los partos en todo el mundo y promover los derechos vinculados al nacimiento.

En el caso de la Argentina, la norma fue reglamentada en 2015 y contiene los derechos de las personas gestantes, las y los recién nacidos y sus familias, durante el embarazo, al momento del trabajo de parto, en el parto y en el post parto.

Uno de los objetivos de la semana y de la ley es promover el respeto a las particularidades de cada familia y el acompañamiento en la toma de decisiones seguras e informadas. Por ese motivo, se destaca la labor de los equipos de obstetricia, profesionales con formación para acompañar a las personas durante el embarazo, el parto y el puerperio o post parto.

Por ese motivo, su rol se integra al resto de las disciplinas del equipo de salud para impulsar políticas sanitarias con perspectiva de derechos y garantizar una atención humanizada y respetuosa, antes, durante y después del parto. Los talleres de preparación para el parto son un claro ejemplo del trabajo en equipo e integrado, que está presente en todo el territorio, desde los hospitales y los centros de salud.

¿Cuáles son los derechos garantizados por la Ley de Parto Respetado?

La persona gestante es la protagonista del embarazo, parto, nacimiento y puerperio, por lo que es fundamental que disponga de información clara sobre las distintas prácticas de salud que pueden tener lugar en cada etapa para la toma de decisiones y una participación activa. En el caso de ser necesario un procedimiento específico, el equipo de salud deberá explicar la situación de manera comprensible.

Existen numerosos beneficios. El contacto piel con piel con el bebé recién nacido favorece la lactancia desde el inicio y la internación conjunta, siempre que no se requieran cuidados especiales, es fundamental en este momento. En caso de no poder concretarse, el estado de salud debe ser informado.

En relación con el parto vaginal, la ley indica que debe ser respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, que se deben evitar prácticas invasivas y el suministro de medicación que no esté justificado por el estado de salud de la persona gestante o el bebé. En este contexto, es primordial la libertad de posición y movimiento durante el trabajo de parto.

Además, la ley hace hincapié en garantizar la información en el momento en que están sucediendo las cosas, es decir, durante la evolución del parto como el estado de salud del bebé recién nacido.