Ser un profesional del derecho y pararse a la par del oprimido, no solo es una ardua tarea, también exige un nivel de coherencia y consciencia exponencial. El “chuzo” es cordobés, amigo de la tierra y de las causas justas que provienen de la misma, su derrotero es tan amplio como las historias que esconden sus estoicos trabajos. Si bien la actualidad lo encuentra acompañando el “Punillazo”, la causa de Santiago Maldonado sigue siendo algo que le quita el sueño. Conclusión dialogó con el abogado de la ONG Naturaleza de Derechos, Carlos “Chuzo” González Quintana.

-¿De qué manera surge tu intervención profesional en la causa de Santiago?

-El 10 de enero del 2017 me encontraba realizando un trabajo territorial en Cushamen, Chubut, cuando se originaron los primeros sucesos represivos para con la comunidad Mapuche. El pasado no fue un año cualquiera, ya que tuvo como punto cumbre el asesinato de Rafael Nahuel. Sin olvidarnos del falaz informe RAM que firma la señora Ministra de Seguridad Patricia Bullrich y los gobernadores de la Patagonia, nada más ni nada menos con la pluma de Gonzalo Cané <ex secretario letrado de la Corte Suprema y asesor de la entonces diputada>, una persona clave en las estrategias represivas.

-Como conocedor del sensible conflicto de tierras que tiene al Pueblo Mapuche como actor principal ¿Imaginabas un desenlace tan brutal?

-Este Pueblo está levantándose en los territorios hace al menos 20 años. Con una acción política que pugna por recuperar la tierra robada y que hoy está en manos de terratenientes extranjeros. Desde 1880 el avance que ha tenido el genocidio perpetrado por el Estado sobre los terrenos ancestrales, aún sigue impune y sin castigo alguno. Años atrás creamos la Comisión contra el genocidio indígena, para trabajar con relevamientos de causas de lesa humanidad para que estos delitos no prescriban. En estos 200 años de historia, hubo numerosos culpables que aún nos adeudan la reparación histórica para las diferentes culturas preexistentes al Estado. Es saludable relacionar la problemática, desde las comunidades que padecen el avance de la frontera sojera, las que padecen el extractivismo minero, hasta el conflicto en el sur del país con los hermanos Mapuches. Desde nuestro lugar como abogados, pero por sobre todas las cosas como activistas sociales, estaremos acompañando.

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-En diferentes artículos periodísticos buscaron desacreditar tu trabajo estampándote el rótulo de “kirchnerista”, ¿cuánto tuvo que ver la presión estatal en este tipo de operaciones?

-Mucha, pero esto sólo busca calar hondo en las mentes de los desinformados. Quiénes nos conocen, saben a la perfección que desde nuestro humilde lugar hemos interpelado la política extractivista del gobierno anterior, su modelo productivo, pero claro está que la actualidad nos lleva a posicionarnos de una manera mucho más fuerte para dar una lucha contra políticas claramente anti populares y represivas.

-Después de los primeros conflictos en Cushamen, la presencia del Estado Nacional cobró más notoriedad, ¿a qué podes atribuirlo?

-Lo que hizo Nación fue tomar como una cuestión de Estado el conflicto Mapuche, dando inicio al informe RAM para poder crear de esa manera la figura del enemigo interno y justificar las represiones que se iban a suceder a lo largo del 2017. El objetivo era claro, cuidarles las riquezas a los amigos del presidente, Lewis, Benetton y Tompkins. La Patagonia está en manos de 5 terratenientes extranjeros, pero lastimosamente debemos contemplar discursos que hablan de que los Mapuches son chilenos y quieren usurpar nuestras tierras, cuando éstas están en manos extranjeras. Nosotros, ya que también hago referencia a Fernando Cabaleiro, adherimos a los 7 puntos de la causa del Movimiento Autónomo Mapuche del Puelmapu, es por ello que al llegar al territorio nos pusimos a disposición.

-En la resistencia emerge la figura del lonko Facundo Jones Huala, alguien que fue criminalizado como pocos en tiempos de democracia ¿Consideras que su arresto buscó ser disciplinador?

-Sin dudas, después de la segunda y feroz represión sufrida por lo hermanos en la Pu Lof Resistencia Cushamen, nos arremangamos junto a Cabaleiro pidiendo protección para los comuneros que habían sido brutalmente agredidos ese 10 de enero no sólo por gendarmería, sino también por la policía provincial de un gobierno claramente antimapuche como lo era en ese momento el de Das Neves. Basta con ser querellante en causas como esta, para poder percatarse que en Chubut funciona un verdadero Estado de excepción. La justicia, la política y los negocios empresariales, se funden en una sola figura, no existe el debido proceso y menos aun las garantías constitucionales.

-Las distintas empresas ocupan un papel preponderante en la Patagonia ¿Como abogado ligado a grandes luchas ambientales qué reflexión podes brindar al respecto?

-En el sur tenemos el agua más pura del país, pero empresas hidroeléctricas, pasteras, sumado al fracking en Vaca de muerta, y a los millones de pinos que ostenta Benetton dentro de su territorio que en 40 años pasaran a ser material para celulosa, hacen peligrar la maravillosa naturaleza de un sur cada día menos nuestro. A esto debemos sumarle que el Pueblo Mapuche ha tomado la decisión de volver a su territorio ocupado para entre otras cosas, defender lo antes mencionado.

-El 31 de julio por la noche comenzaría un nuevo movimiento de gendarmería que terminaría en una represión notable dentro del territorio en las primeras horas del 1 de agosto. La figura de Santiago Maldonado atravesaría fronteras y dividiría al país en dos ¿Qué significó para vos esta causa aún caratulada como desaparición forzada?

-Santiago después de esa cobarde represión estuvo desaparecido 78 días, es menester aclarar que un desaparecido que aparece no deja de ser un desaparecido. Durante 78 días nadie supo nada de Santiago, desde el primer día el Gobierno Nacional articuló una telaraña para embarrar la cancha y obstruir la investigación. Allí lo medios afines a este gobierno actuaron como verdaderos paladines de la injusticia, desviando de manera sistemática la información, armando miserables operaciones de prensa en torno al paradero de Maldonado.

-La aparición sin vida de Santiago en un punto ya rastrillado en dos oportunidades y río arriba, reavivó numerosas hipótesis, ¿podrías acercarnos la tuya?

-El cuerpo aparece 200 metros río arriba en un lugar rastrillado inclusive con perros, algo que llama poderosísimamente la atención. Como profesionales que hemos trabajado en el caso, tomamos la decisión de llegar a organismos internacionales ya que la aparición sin vida de Santiago en ese punto del río abre nuevamente el abanico de sospechas. A esto habría que sumarle la palabra de este último perito que sostiene como hipótesis primera, que el cuerpo fue plantado. Deseamos que la justicia cambie de rumbo y salga del letargo, se debe investigar a fondo y con prisa, de lo contrario la verdad estará cada segundo más lejos.

-Tenes varias causas penales por tomar este caso y pretender ir hasta el fondo.

-Son cinco, esto me recuerda a quienes eran abogados en la dictadura, y que al presentar un habeas corpus para los presos políticos, terminaban desapareciendo. Ahora ese mecanismo como política de Estado no existe, si bien seguimos sosteniendo que a Santiago Maldonado lo desaparecieron. Los que elegimos luchar desde la dignidad, somos brutalmente perseguidos y criminalizados, tanto los actores sociales como los profesionales que acompañamos ese camino.

-A un año de la desaparición de Santiago, qué reflexión podes hacer.

-Seguir exigiendo justicia y abrazar a la distancia a su familia y amigos, no bajar los brazos hasta que el asesino de Rafael Nahuel cumpla la condena que merece, pedir por la no extradición y la libertad del lonko Facundo Jones Huala, y continuar exigiendo memoria, verdad y justicia. Nunca Más es Nunca Más.

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