Dos casos de zika no autóctonos se registraron en las últimas horas en el país, uno de ellos en la Ciudad de Buenos Aires y el otro en la provincia de Neuquén, mientras crece la preocupación a nivel mundial por el avance del virus.

En los dos casos detectados hasta el momento en la Argentina, el virus fue contraído por personas que viajaron a Colombia de vacaciones entre diciembre y enero.

Uno de ellos es una joven colombiana de 23 años que vive en Argentina, y que había viajado durante los primeros días de enero a su país de origen, tuvo fiebre y cuando regresó se enteró que toda su familia de allá había tenido zika.

La joven fue internada este miércoles en el Hospital Gutiérrez y el infectólogo pediatra y jefe del Departamento de Medicina del nosocomio, Eduardo López, explicó que la paciente «llegó asintomática y con bajo riesgo de contagio» por lo que consideró que «no estaba en el período epidémico y no estaba en riesgo de comenzar un ciclo» de circulación de la enfermedad.

«Estuvo aislada en su domicilio y ahora ya hace su vida normal por lo que su caso no aumenta el riesgo de circulación pero sí es para mirar con atención», señaló López ante la prensa.

A la joven se le realizaron los estudios de laboratorio y se espera que entre mañana jueves y el viernes este la confirmación oficial sobre si tenía o no el virus.

El otro caso se detectó en la provincia de Neuquén y es el de un hombre que se fue de vacaciones a Colombia y fue picado por un mosquito infectado, por lo que contrajo el virus de zika estando en ese país.

Se trata de José Luis Canovas quien, según informó la prensa local, se percató de la situación cuando llegó a su provincia, fue al médico de inmediato, y ya se recupera favorablemente.

En diálogo con la radio LU5 de Neuquén, Canovas contó que visitó la isla de San Andrés en diciembre pasado y en el lugar había un brote importante de zika.

«Por más repelente que usabas, los mosquitos te devoraban igual. Cuando llegué a Neuquén me broté, es un brote superficial, muy chiquito como un sarpullido en los brazos y me dolían mucho la cabeza y los ojos. Fui al hospital, expliqué todo y la doctora se puso a averiguar», contó.

Tras estar ocho días en reposo y con un analgésico, el hombre se encuentra en recuperación: «Lo único que podes tomar es paracetamol y esperar y se va solo».

En tanto, el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, Jorge San Juan, recomendó este miércoles a quienes viajen a lugares afectados usar repelentes.

Si bien aclaró que la Argentina «no tiene circulación del virus zika» en lo que va del año fueron notificados otros tres casos: uno en Córdoba sin antecedente de viaje, y dos con antecedentes de viaje a Brasil de los cuales uno residía en Santa Fe y otro en Córdoba, pero ninguno tuvo resultados positivos.

El zika es una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, el mismo vector del dengue y de la chikungunya.

«Los síntomas pueden ser fiebre y dolor de ojos, cabeza, músculos y articulaciones; náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel, picazón y sangrado de nariz y encías, pero también puede cursar en forma asintomática», explicó San Juan.

«En Brasil hubo un incremento de bebés con microcefalia que al estudiarse a las madres se descubrió que habían tenido zika durante el embarazo, principalmente en el primer o segundo trimestre», agregó.

El Ministerio de Salud de la Nación emitió un comunicado en el que alertaba a las mujeres embarazadas considerar el riesgo de viajar a países como Brasil, Colombia, El Salvador y Panamá, con circulación del virus y extremar las medidas de cuidado como el uso de repelente cada cuatro horas en caso de viajar.

«Por esto es que aunque no tengamos casos autóctonos hay que estar alerta a los síntomas, no automedicarse y consultar al médico ante cuadro febriles o cefaleas, porque en la región sí existe circulación del virus», se indicó en el comunicado.

Los síntomas de este virus se presentan en general de forma moderada o aguda después de un período de incubación de 3 a 12 días, e incluyen fiebre, conjuntivitis no purulenta, dolor de cabeza, dolor de cuerpo y en articulaciones (principalmente manos y pies), decaimiento, sarpullido e inflamación de miembros inferiores.

Esos síntomas duran entre 4 y 7 días y pueden ser confundidos con los del dengue y la fiebre chikungunya, aunque también puede ser asintomática.

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