Desde 1980, cada 15 de octubre se conmemora este día instituido por organizaciones e instituciones que constituyeron la Unión Mundial de Ciegos, quienes destacaron la importancia de establecer una fecha que hiciera alusión a este elemento como símbolo de independencia, igualdad de oportunidades e inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.

El uso del bastón facilita el rastreo y detección oportuna de obstáculos que se encuentran a ras del suelo, y sirve para que las personas ciegas puedan desplazarse con mayor autonomía y seguridad en su vida cotidiana. Es un objeto distintivo, informador y protector.

En el marco de este día, la oftalmóloga del Centro de Rehabilitación para personas con Baja Visión del Sistema Provincial de Salud de Tucumán, doctora Susana Antoni, brindó recomendaciones para la sociedad en general a la hora de relacionarse con personas con reto visual: “Si una persona desea ayudar a otra con discapacidad visual, debe acercarse, presentarse y hablar claramente preguntando qué necesita “.

Además, explicó: “No se debe tomar a la persona del brazo o tocarlos sin su permiso, deben ofrecer su hombro para que la persona lo tome, de esta manera, guiarlo y explicar cuáles obstáculos hay en el camino como desniveles, cordones o rampas con anticipación para que quien está siendo guiado tenga su tiempo”.

En el caso de que una persona necesite cruzar una calle, o subir a un colectivo, la doctora sugirió explicar, por ejemplo, dónde está el pasamanos con comandos simples: a la izquierda, a la derecha, arriba, abajo.

“Es importante siempre ayudar y colaborar. La persona con discapacidad visual o ceguera no sabe cuántas personas tiene alrededor, o si las tiene, por eso es oportuno acercarse y ofrecerles ayuda”, comentó la referente.

La directora del Centro de Rehabilitación para Personas con Discapacidad Visual Nº 2014 “Luis Braille”, Mariel Massari, dialogó con Conclusión y explicó que «falta mucha difusión todavía, pero la ciudad de Rosario es un ejemplo en esto, porque es una comunidad que colabora mucho, es muy solidaria, pero siempre falta mayor difusión porque el bastón verde es algo relativamente nuevo y no está en conocimiento de la sociedad».

El bastón verde está destinado a las personas con baja visión, mientras que el blanco es para aquellas que tengan afectada al totalidad de su visión. Por otra parte, también existe el bastón de blanco y rojo, que indica que la persona que lo porta tiene discapacidad visual y auditiva, puntualizó a Conclusión Raquel, alumna del Centro «Luis Braille».

Historia: ¿Un invento argentino?

Según cuentan los historiadores, el 22 de junio de 1921 el político e inventor argentino, José Mario Fallótico, vio a una persona con discapacidad visual que esperaba para cruzar una esquina de la calle Medrano y Lezica, en la Ciudad de Buenos Aires y decidió ayudarla en el cruce. Desde ese entonces, Fallótico quedó obsesionado con una inquietud: ¿Cómo hacer para distinguir a un ciego y poder ayudarlo?

La idea siguió al santafesino que vivía en el barrio porteño de Flores, hasta que dio con la solución: un bastón blanco que serviría para distinguir a las personas con discapacidad visual.

José Fallótico nunca patentó su invento, fueron los estadounidenses quienes se adueñaron de la novedad, cuando George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso.

La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho elemento se hizo universal. Curiosamente los estadounidenses celebran el “Día Internacional del Bastón Blanco” (15 de octubre)», pero desconociendo quién es el inventor.

Foto portada: @prostooleh