La pandemia sigue modificando festividades. En esta oportunidad le tocó al Día de San Cayetano, que se desarrolló este viernes sin la tradicional reunión de fieles frente al templo ubicado en Buenos Aires al 2100.
Los operativos dispuestos por la Municipalidad de Rosario no permitieron que se junte gente frente a la iglesia y evitarán la presencia de los vendedores ambulantes que suelen acercarse al lugar en esta fecha.
«Dado el contexto, se ha hablado desde la Secretaría de Gobierno y el área de Control con la Iglesia. Hemos acordado que (el acto religioso) será transmitido en forma online y también hemos hablado con los vendedores ambulantes para que no se acerquen, tratando de justamente no juntar gente», contó esta mañana la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayrú.
Durante el inicio de la jornada, las cámaras de Conclusión pudieron captar la presencia de fieles frente al templo, pero la funcionaria municipal aseguró que se trata de personas que pasan por el lugar sin la intención de congregarse por esta fecha.
«La gente que se ve, está de pasada. Saludan a la imagen y nada más. La verdad que agradecemos el compromiso y la predisposición para no acercarse hasta el lugar», indicó.
Tal describieron las autoridades municipales, igualmente hubo un operativo dispuesto para evitar aglomeraciones frente al templo dedicado al Patrono del pan y del trabajo .
Este 2020, en reemplazo de la habitual reunión frente al edificio de Buenos Aires al 2100, la misa principal fue transmitida por televisión, radio y redes sociales. Inició a las 15.30 y estuvo presidida por el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
Tal describieron las autoridades municipales, igualmente hubo un operativo dispuesto para evitar aglomeraciones frente al templo dedicado al Patrono del pan y del trabajo .
Este 2020, en reemplazo de la habitual reunión frente al edificio de Buenos Aires al 2100, la misa principal fue transmitida por televisión, radio y redes sociales. Inició a las 15.30 y estuvo presidida por el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
