Rosario Sin Secretos: entre el amen y el amén, ¡feliz día Rosario!
Hoy Rosario celebra su fecha más importante, casi tanto como la del 27 de febrero que nos dio carta de identidad nacional en 1812, cuando Belgrano nos hizo Cuna de la Bandera. Esta ciudad que habitamos y nos habita recibió su nombre por la devoción original a la Virgen del Rosario, alrededor de cuya capilla del Pago de los Arroyos empezó primero como aldea, luego como Ilustre y Fiel Villa y finalmente como ciudad, nuestro propio hábitat.
Justo en el Día Mundial del Hábitat y el Día Internacional de la Arquitectura, que esta vez la Providencia hizo que cayera en este lunes 7 de octubre, la ciudad vive, hasta con la bendición de una pertinaz llovizna, la celebración de su Patrona y Fundadora.
Si vamos al diccionario encontramos que hábitat es el lugar donde un organismo hace su hogar y cumple con todas las condiciones ambientales que necesita para sobrevivir, y si recordamos aquello que dice que cada quien es arquitecto de su propio destino, encontramos una trilogía que nos ubica en el aquí y ahora sin desprendernos de nuestras raíces.
Y acá no podemos dejar de memorar aquel soneto de Francisco Luis Bernárdez: Si para recobrar lo recobrado/debí perder primero lo perdido,/si para conseguir lo conseguido/tuve que soportar lo soportado,/si para estar ahora enamorado/fue menester haber estado herido,/tengo por bien sufrido lo sufrido,/tengo por bien llorado lo llorado./Porque después de todo he comprobado/que no se goza bien de lo gozado/sino después de haberlo padecido./Porque después de todo he comprendido/que lo que el árbol tiene de florido/vive de lo que tiene sepultado.
Cromolitografía, Rosario, 1895 (colección Museo Histórico Provincial Julio Marc). La Municipalidad entregó a las autoridades presentes un facsímil de ese trascendental documento
Nunca está de más la literatura cuando queremos desentrañar la historia. La misma historia que el año que viene permitirá que la ciudad toda celebre el Tricentenario de su aparición en el concierto de las poblaciones de nuestro país, cuando un vasco, Francisco Godoi, se asentó junto a un grupo de calchaquíes en esta zona. ¿Se habrá referido a esos ancestros el intendente cuando en el acto oficial habló de la tozudez y resiliencia de los rosarinos? En el mismo acto anunció la firma del decreto para crear no una, sino tres comisiones para desarrollar los festejos del 2025, al que no deberá faltar nadie. Porque una comunidad es una común unidad que nos da soberanía sobre nuestra propia historia y nos incluye a todos.
Amén es una palabra de origen hebreo que significa «así sea», con un sentido aprobatorio, o «así es», en señal de reafirmación, por ejemplo, de la fe, y ha sido usada por el judaísmo, el cristianismo y también el islam, de manera es sumamente inclusiva. Y como nos gusta jugar con las palabras, tal vez, sólo sacándole por un momento la tilde, amen, podemos lograr que se conjugue ese verbo y se convierta en la clave para lograr ese anhelado mundo de Paz.
A nivel internacional, las Naciones Unidas, que presenta el ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), un programa con 17 propuestas para transformar nuestro mundo, hoy, en Querétaro, Méjico, entregan el Premio Pergamino de Honor a 5 ciudades, escogidas entre 127, como inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
Uno de ellos, el N° 11, se refiere a Ciudades y Comunidades Sostenibles.
Que el Tricentenario de Rosario traiga con sus días venideros, ese Premio Pergamino de Honor. Es una manifestación de deseo de todos los rosarinos. Amén.