Los empleados del ministerio de Industria de la provincia de Corrientes sufrirán un recorte salarial de hasta el 42% debido al ajuste fiscal anunciado por el Gobierno nacional.

Fuentes oficiales confirmaron que se eliminará de los salarios de los empleados de la cartera industrial los recursos que eran destinados de los aportes del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Por ello, arquitectos, ingenieros, técnicos y estudiantes universitarios que trabajan en la cartera que percibían sueldos de entre 15.000 y 17.000 pesos mensuales se quedarán con un salario único de 10.000 pesos.

Se trata del primer recorte al salario de empleados del Estado provincial que confirma la administración del gobernador radical Gustavo Valdés, como consecuencia del ajuste fiscal anunciado por la gestión nacional de Mauricio Macri.

Ese ajuste fiscal fue comprometido por el Gobierno nacional ante las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la obtención de un auxilio financiero de unos 50.000 millones de dólares.

El ajuste salarial a los empleados correntinos llegará entonces mediante un quite de fondos que el Consejo Federal de Inversiones recibía de la Nación y que solventaba parte de los sueldos de los trabajadores del ministerio de Industria desde 2013.

Esa modalidad de pago compartido de salarios se implementaba desde la presidencia de Cristina Kirchner y en acuerdo con los gobernadores para promover el desarrollo industrial del nordeste argentino.

La promoción industrial encarada en el NEA contemplaba este acuerdo con el CFI para garantizar el pago a profesionales dedicados a la capacitación, gestión de proyectos, estudios y consultorías, para el desarrollo de fábricas que generen fuentes de empleo, explicó el portal Corrientes Hoy.

El ministerio de Industria provincial está a cargo del presidente del PRO correntino, Raúl Schiavi, quien viene siendo duramente cuestionado por la oposición y el sindicalismo local por el estado de crisis de las industrias más grandes de Corrientes.

Con despidos y suspensiones de empleados, las plantas textiles sufren la consecuencia de la alta inflación de costos de producción y de la apertura de importaciones que efectúa Macri, señalan los gremios locales.