por Florencia Vizzi

La negra historia de la Quinta de Funes, centro clandestino de detención y torturas, concebido como «foco de contraespionaje» por la dictadura cívico militar para llegar a cabo la «Operación México», parece llegar a su fin y dar paso a un proyecto social mucho más luminoso. La Universidad de Valores.

«Los trazos más gruesos del proyecto tienen que ver con construir una universidad de la Memoria, una escuela de valores, ese es el concepto…. No hacer algo estático, escolarizado por niveles, sino algo de lo que pueda apropiarse toda la comunidad de Funes y toda la sociedad, por todo lo que significa el espacio en si». Con entusiasmo, el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe, Ramón Verón describió a Conclusión el proyecto que ya se puso en marcha.

«Estamos pensando en Universidad de Valores como un nombre que abarque desde la ética y la moral, tanto los procesos históricos como los encuentros humanos» dijo Verón y explicó: «Mirarlo así nos da una dimensión distinta de lo que fue el genocidio en general, porque si particularizamos lo que fue la quinta de Funes, que fue un grupo selecto de prisioneros a los que se buscaba doblegar para que entreguen a otros, estaríamos haciendo una mirada muy sesgada de lo que fue el genocidio en todo el territorio nacional y regional. El Segundo Cuerpo del Ejército tenía seis provincias bajo sus esferas de dominio, y las características fueron distintas en distintos lugares. El Batallón de Comunicaciones fue una cosa, la Jefatura de la Policía otra cosa… por ejemplo, La Calamita fue, por la significancia y la cercanía con el cordón industrial y empresas de la zona tuvo otras características. Allí iban a parar los delegados y activistas gremiales secuestrados. Y la Quinta de Funes, fue, en el último tramo de la dictadura pre mundial de fútbol, pensada para doblegar a un grupo selecto de estudiantes y dirigentes de una determinada organización para que entregaran a los dirigentes que, en este caso, estaban en México o se suponía que estaban ahí».

«Todo esto, definió Ramón Verón, es un poco un «karma» para la zona de Funes y la región».  «Por eso desde la secretaría de Derechos Humanos como políticas públicas y con el Ministerio de Cultura de la provincia queremos tomar un abanico, un contexto distinto de lo que fue el genocidio y reconstruirlo en el plano de las características que se adoptaban de acuerdo al momento y al lugar. Y además por las pretensiones políticas de la misma dictadura y de las mismas fuerzas armadas, hacia adentro de las mismas».

Espacio público, camping y debate 

Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe, informaron que en el proyecto esbozado, hasta ahora, está pensado con distintas áreas. Una Casa de Memoria y Derechos Humanos,  pensada para contener la historia del lugar y ser expuesta con arte y discurso, y asimismo alentar una mirada que abarque los crímenes de la dictadura pero también ilumine la pluralidad de Derechos Humanos. También se proyecta un Chalet de Mútliples Aprendizajes, con la construcción de un auditorio o teatro y una serie de ámbitos diversos para favorecer el proyecto educativo variado, complejo, transversal como una pedagogía de la vida y de los valores, y un Camping con instalaciones compatibles para carpas  para invitados del país y el mundo donde se debatan los más diversos ejes temáticos

«La idea es habilitar un espacio público que la comunidad de Funes pueda apropiarse, y  que tenga estas determinadas características, enfatizó el subsecretario de Derechos Humano. «Desde el punto de vista de obras públicas, son muy pocas las obras que se van a realizar, puede ser un Salón de Usos Múltiples transparente, derribar algunas paredes de la casona en la que se alojaban los militares. Sí hacer una especie de museo, algo más estático donde alojaban a los detenidos, donde fue la imprenta, que ahora es como un quincho también  hacer alguna intervención sobre la temática. También veremos que uso se le puede dar a la pileta de natación y estamos pensando en hacer una intervención en la zona de vestuarios, donde estuvo alojado Jaime Dri», detalló Verón.

—¿Se puede hacer un paralelo de este proyecto con lo que es la ex Esma en Buenos Aires?

— Yo creo que es un proyecto superador — remarcó Verón—me parece que ahí hubo una inversión tecnológica también muy importante. En este caso va a ser una estructura mucho más chica, pero quisiéramos superarlo, porque ahí se sigue hablando de la Esma todavía y la idea es que se pueda hablar de la juventud y los problemas actuales, de los jubilados también… y convocarlos para que vengan a colaborar con las nuevas generaciones…La idea es juntar todas las cabezas y todas las ideas de los mismo funenses y sumarlos con sus acuerdos y sus diferencias.

—¿Como fue recibido el proyecto por la comunidad de Funes? ¿Hubo interés, críticas o indiferencia?

—Podría decirse que quienes los recibieron y se interesaron son los que siempre han trabajado en relación a recuperar la memoria. Pero bueno, justamente a lo que estamos apuntando los que tenemos la responsabilidad de llevar adelante el proyecto, es a salirnos de esos cánones y de esas consignas de siempre, para poder involucrar a quienes no saben o no están convencidos. A los que les cuesta comprender y acercarse a lo que pasó. Entonces este sería un lugar de reflexión, de investigación, de intentar abrirse a los sectores que se niegan o rechazan la temática desconociendo lo que ocurrió . Ese es el gran desafío en el cual algunos estamos involucrados, darle una vuelta más a la historia y escuchar e invitar a participar a todo el mundo, porque la idea es que ese sea un lugar público y abierto.

 —Hay un contexto actual muy adverso a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. En los útlimos años se sucedieron temas preocupantes como el 2 x 1 de la Corte Suprema a los represores y las domiciliarias otorgadas, el reciente escándalo por amenazas a activistas de derechos humanos y funcionarios… ¿es posible, en este contexto, avanzar en proyectos como éstos y generar empatía en la sociedad?  

—Yo soy un optimista eterno… creo que a pesar de todo eso, el gobierno de la provincia de Santa Fe nos respalda y hablo de la figura máxima que es el gobernador Miguel Lifschitz. Nos diferenciamos de las regresiones que pueda haber a nivel nacional, en cuanto a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Nosotros siempre nos hemos mantenido en el mismo lugar, hemos señalizado más de 18 lugares, llevamos varios juicios de Lesa Humanidad, ahora vamos a ser querellantes con abogados de la provincia de algunas causa, seguimos excavando campos militares en busca de restos, seguimos con las políticas de reparación, señalizando, rescatando espacios, también estamos encarando La Calamita y el batallón 121, y la comisaría cuarta de Santa Fe va a ser sede de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. El contexto no ayuda, pero hemos mantenido las políticas públicas de memoria y de derechos humanos en general. Hay que seguir trabajando como veníamos hasta ahora y doblar los esfuerzos.

Notas Relacionadas

Quinta de Funes: cuando la muerte se vuelve vida