Gran parte de la población anualmente se realiza controles médicos generales para chequear como está funcionando su cuerpo. Cardiólogo, clínico, inmunólogo, entre otras especialidades son las más requeridas, pero rara vez tomamos el recaudo de focalizar cómo están nuestros ojos.

En muchas situaciones se concurre al oftalmólogo considerándolo un trámite y pretendiendo solamente conseguir una receta para lentes nuevos. De esta manera, perdemos el horizonte de todas las enfermedades que pueden darse en torno a la vista y subestimamos esta parte de cuerpo, que como en cualquier otra, lo fundamental resulta poder prevenir.

Dentro de las patologías que pueden darse en esta área, el glaucoma es una enfermedad bastante común que no es tenida en cuenta por los pacientes. Conclusión entrevistó al doctor Gabriel Rossini Del Rio, especializado en oftalmología para conocer en profundidad de qué se trata esta enfermedad y analizar por qué no se conoce mucho sobre el tema.

-¿Qué es el glaucoma y cuáles son sus consecuencias?

-El glaucoma es una enfermedad ocular que se caracteriza por la pérdida de visión progresiva como consecuencia de un daño en el nervio óptico. El mismo es provocado por múltiples factores, de los cuales el más importante es el aumento de la presión intraocular (pio). La pérdida visual afecta principalmente la visión periférica.

-¿Existen personas más propensas a padecer esta patología?

 – Dentro de los factores de riesgo podemos encontrar: personas mayores de 60 años, familiares de pacientes con diagnóstico de glaucoma, pacientes diabéticos, miopes, aquellos que utilizan o utilizaron corticoides de manera prolongada y personas ascendencia africana.

-¿Existen maneras de prevenirlo?

 -Si bien no se puede prevenir la enfermedad, sí se puede precaver el daño del nervio óptico y la consecuente pérdida visual. La forma de hacerlo es realizar controles periódicos con su médico oftalmólogo, ya que en la gran mayoría de los casos, y en las variedades más comunes de la enfermedad, ésta es asintomática hasta que el daño es muy avanzado. La población de riesgo debería controlarse anualmente, y la población entre 30 y 60  años cada 2 años. El diagnostico precoz es la mejor herramienta que tenemos para un tratamiento efectivo, y sin secuelas.

-¿Cómo se trata esta patología?

 -Hay diferentes escalones de tratamiento dependiendo del paciente, tipo de glaucoma, y valores de presión intraocular que padece. El tratamiento usual es con colirios, que pueden ser con 1 sola droga o asociaciones, y que se instilan 1, 2 o hasta 3 veces por día. También en casos elegidos, se puede realizar tratamiento con láser para facilitar el drenaje del humor acuoso, y en tercer lugar la cirugía, con o sin implante de una válvula que regule la salida del humor acuoso.

-La mayoría de las personas no recurre a controles de oftalmología hasta que nota que no ve bien. Esto no ayuda en la prevención.

-Podría agregar que muchos no concurren ni siquiera en ese momento, es común recibir pacientes muchos años después de iniciado su déficit visual, porque “usaban los anteojos de la esposa” o se compró “lentecitos <truchos> en la farmacia” o fue a una óptica donde se los vendieron. Todo eso, sin que jamás un médico lo haya revisado, situación que ocurre con los pocos casos donde el glaucoma sí da síntomas. La mayoría de los pacientes con dolor ocular y lagrimeo, llega al consultorio 15 días después de iniciado el dolor, luego de haberse colocado 2 colirios diferentes con antibiótico y corticoide (que empeora el cuadro) que despreocupadamente le vendieron en la farmacia, diagnosticándole una conjuntivitis mostrador de por medio.

-¿Cuán importante son las campañas de prevención?

 -Todo lo que sume a la concientización en medicina es bienvenido, la tendencia mundial es apuntar a la prevención y tratamiento precoz de todas las enfermedades. La oftalmología no es la excepción, con el glaucoma como mejor exponente de una enfermedad que tomada a tiempo tiene un tratamiento muy efectivo, en contraposición de las secuelas irreversibles que aparecen con la libre evolución de la enfermedad.

-¿Cree que se minimiza la rama medicinal de la oftalmología y por qué?

 -En algunos casos sí, no sé si es solo mi especialidad, pero algunas veces el paciente confunde un óptico con un médico oftalmólogo, o cree que viene al consultorio a hacer un trámite, o a buscar una receta para que le hagan descuento en su obra social. Y se sorprende cuando se encuentra frente a un médico que le realiza una historia clínica, lo interroga sobre sus antecedentes, medicación que tiene indicada, o cuando le pedimos estudios. En la mayoría de los casos su sorpresa es grata, en otros no tanto, porque  te dicen que sólo venían para que les firme la autorización para manejar, y ahí creo que está el valor de las campañas informativas y de prevención.