Por Alejandro Maidana

Desde sus inicios allá por 1985 en el Anfiteatro de la ciudad de Rosario, El Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades, referentes de distintos pueblos indígenas como el Moqoit, Qom y Kolla, insistían con su participación. Santos Valdiviezo y María Aurelia entre tantos otros representes, nunca bajaron los brazos reclamando un lugar que le correspondía por historia y derecho propio.

Luego de algunos años, se les permitió participar a las comunidades originarias. Así fue como desde el año 1992, los primeros habitantes de estas tierras vienen participando del Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades. Debido a su masividad, y a la siempre desbordante concurrencia, lo que supo iniciarse en el Anfiteatro de la ciudad, comenzó a ocupar un importante espacio frente al río Paraná y a la imponencia del Monumento Nacional a la Bandera.

En 1992, cuando finalmente las distintas comunidades son aceptadas, fueron “beneficiadas” con un rinconcito en los arrabales de la Feria, para que, de esa manera, puedan mostrar a través de las artesanías su “indialidad”, la realidad de las comunidades indígenas. Con cañas levantaron un cerco para que la gente identifique dónde se encontraban los indios, como se los definía en aquel momento.

Hoy los distintos pueblos defienden más de treinta años de participación en el encuentro de colectividades. En principio, se trató solo de la exposición de su arte, la defensa de sus artesanías, de sus costumbres, para luego darle paso a lo gastronómico. “Estuvimos mejorando todos los años por todo lo que significa este encuentro, incluso batallando contra las complicaciones climatológicas que nosotros atravesamos en nuestros barrios, ya que debemos dejar atrás anegaciones constantes en temporada de lluvias para poder continuar con los preparativos. Seguimos insistiendo todos los años en corregir nuestro stand de las comunidades originarias”, le dijo a Conclusión el referente de la comunidad moqoit e integrante del Consejo de Coordinación y Participación de Políticas Públicas Indígenas Luis Báez.

En las publicaciones de la Municipalidad Rosario que hacen referencia a un nuevo encuentro de la Feria de las Colectividades, solo se publicita la veta artesanal de los pueblos, pero no explícita en demasía sus ofertas gastronómicas. “Los distintos pueblos contamos con nuestros propios puestos, allí se encuentran los referentes de las de distintas comunidades. La verdad que venimos defendiendo esto hace más de 30 años y la tarea burocrática que surge desde la Municipalidad se torna cada vez más complicada. Desde el Municipio ya tienen el conocimiento de los referentes de las distintas comunidades originarias, pese a ello, la tarea administrativa que debemos llevar adelante es muy engorrosa. Hace años que nos solicitan personería jurídica, datos de las instituciones, seguros, no dudamos de que se trata de un camino que corresponde, pero en lo particular, a nosotros por nuestras particularidades, se nos complica mucho”, enfatizó Báez.

Año tras año las comunidades originarias buscan mejorar no solamente la cuestión administrativa, sino también el equipamiento y estructura, insistiendo de manera constante en este último en sus intercambios con la Municipalidad de Rosario. “Dos años antes de la pandemia, creo que entre el 2017-2018, recién comenzaron a reconocer el pago de todas las estructuras, el reconocimiento de cada lugar, de cada stand, de cada carpa, y costear los gastos desde la Municipalidad de Rosario. Años anteriores, más de 20, estuvimos solo nosotros, la comunidad originaria, pagando las carpas, pagando toda la estructura necesaria, electricidad, plomería, conexiones de gas, y todo lo que significa el piso, en definitiva, la estructura completa. Desde 2017 venimos mejorando los equipamientos industriales, mejorando todo el espacio cultural para mejorar la atención y la gastronomía. Sinceramente, es un espacio muy reivindicativo para nuestro pueblo, es un espacio de reivindicación social, cultural, política, democrática, y verdaderamente de los pueblos. Es así que lo sentimos de alma y vida y lo venimos defendiendo hace más de 30 años. Es un espacio que busca trascender generaciones, hoy nos toca a nosotros, pero mañana serán los jóvenes quienes seguramente van a reemplazar a los actuales referentes y caciques de cada comunidad, porque vamos a seguir defendiendo el espacio tan importante que hemos logrado durante todos estos años, gobierno tras gobierno, partido tras partido”.