Portugal prohibió esta semana la integración de animales salvajes en los espectáculos de circo a partir de 2024, a partir de una ley votada por el Parlamento.

La iniciativa fue bien recibida por agrupaciones de defensores de animales.

«Era una ley muy esperada. El lugar de los animales salvajes no es en los circos. La gente tiene que lograr divertirse sin sufrimiento para los animales», dijo a la agencia de noticias AFP Bianca Santos, vicepresidente de la asociación portuguesa AZP.

Leones, monos, elefantes, tigres, cebras o camellos, entre otros, para totalizar más de 1.100 animales de unas 40 especies.

La ley fue aprobada con un amplio consenso político, con votos de los diputados de izquierda y de derecha, y estima un periodo de transición de seis años para que los circos puedan adaptarse.

«El Parlamento finalmente entendió que jaulas más grandes, reglas más estrictas o más controles no era una solución al problema de estos animales, reducidos a simples títeres, a los que se les quitó su dignidad», señaló el diputado André Silva, del Partido Personas-Animales-Naturaleza (PAN), el primero en presentar un proyecto de ley concerniente a esta temática aproximadamente un año atrás.

De esta manera, los dueños de circos deberán registrar a los animales en una plataforma que será creada en el futuro cercano, a la vez que el gobierno se comprometió a organizar la reubicación de estos animales en centros de acogida en Portugal o en el extranjero.

Además, la ley votada incluye la posibilidad de que aquellos profesionales que acepten separarse de sus animales antes de que finalice el periodo de transición podrán beneficiarse de una ayuda económica para una reconversión profesional.