Un 4 de febrero de 1978, en Playa Grande, Mar del Plata, un grupo de seis guardavidas se adentró al mar para rescatar a una persona que se ahogaba. Finalizado el rescate, cinco de ellos regresaron a la costa, pero Guillermo Volpe no volvió a la superficie.
Al no verlo emerger desde las aguas, sus compañeros comenzaron una búsqueda desesperada que culminó cuatro días después, cuando un grupo de pescadores encontró el cuerpo del guardavidas.
Semanas después, la autopsia determinó que el guardavidas había muerto de un infarto durante el rescate. Volpe, quien entonces tenía 22 años, fue el primer bañero que perdió la vida en la honorable tarea de velar por la seguridad de otros.
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El 4 de febrero del año siguiente, sus colegas realizaron un homenaje en su memoria, sentando así una tradición que perduraría en el tiempo. Desde entonces, todos los cuartos días de febrero los guardavidas realizan un acto homenaje en el que depositan ofrendas -sobre todo florales- en la entrada del balneario donde falleció.
Una década después del trágico hecho, se estableció oficialmente el 4 de febrero como el Día del Profesional del Rescate Acuático. Además, durante esta fecha también se realiza una competencia de natación que se llama «Copa Guillermo Volpe».
