Por Alejandra Ojeda Garnero

Sin rodeos y directo, el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, dijo que hay una “minoría del Poder Judicial partidizado, ostensible y groseramente partidizado, pero es una minoría que asume la actitud de arremeter contra el gobierno anterior”. Lo hizo en una entrevista exclusiva con Conclusión, en su paso por Rosario, donde el destacado jurista y especialista en criminología estuvo para disertar sobre su nuevo libro, “El Derecho en tiempos de neoliberalismo”.

Entre sus expresiones más sobresalientes, Zaffaroni manifestó que es posible que la detengan a Cristina como acto de distracción si el programa económico del gobierno nacional provoca una situación caótica. Por otra parte, dijo que  en América Latina los Derechos Humanos están siendo amenazados por “una etapa avanzada de colonialismo que se está valiendo de nuestros defectos institucionales”. Además,  opinó sobre el funcionamiento de la Justicia, la reforma que quedó trunca del Código Penal, el intento de detención a Hebe de Bonafini  y la reunión secreta de Mauricio Macri con el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,  Ricardo Lorenzetti entre otros temas.

¿Desde su actual función en la corte Interamericana de Derechos Humanos como ve la situación de los Derechos Humanos en América Latina?

— Los derechos humanos en América Latina han variado. Las violaciones de derechos humanos hoy, creo que están fundamentalmente en las violaciones por la exclusión. Creo que nosotros tenemos un altísimo coeficiente de Gini que marca la injusta distribución de la riqueza. Son los más altos del mundo, estamos con un coeficiente de Gini más alto que África, que es más pobre pero es más igualitaria, es decir menos igual. Es más igualitaria pero menos desigual. Nosotros somos más ricos pero con una distribución más desigual. Básicamente las violaciones a los Derechos Humanos vienen por ahí y creo que se están incrementando aceleradamente. Lo estamos viendo, Brasil, Argentina etcétera, el retroceso que se produce con los dos países más grandes en los cuales se les interrumpe el proceso de redistribución que se estaba produciendo. Hay una ola en este momento en América Latina que es comparable a lo que pasó por los años 50, suicidio de Vargas, invasión a Guatemala, bombardeo a la Plaza de Mayo. Hoy se da con otras características pero es una oleada más o menos parecida y en concreto creo que es una etapa avanzada de colonialismo que se está valiendo de nuestros defectos institucionales. Fijémonos que los tres populismos que se mantienen, como Venezuela, Ecuador y Bolivia han reformado sus instituciones y gracias a eso se mantienen todavía, sino ya los hubieran barrido. Nosotros y Brasil no lo hicimos y estas son las consecuencias.

— ¿Cree que algunos jueces y funcionarios actúan corporativamente de la mano de funcionarios políticos, medios de comunicación y factores del poder económico?

— Sí, por supuesto que hay una minoría del Poder Judicial participado, ostensible y groseramente participada. Pero es una minoría, un segmento del Poder Judicial que asume la actitud de arremeter contra el gobierno anterior.

¿Cristina Kirchner podría terminar presa?

— No sé lo que puede pasar exactamente en el futuro. Jurídicamente, no. Pero se están diciendo tantas estupideces como traición a la patria, que nunca se sabe. Es una aberración eso. Pero, si en algún momento se llega a una situación que este programa económico lleva a una situación profundamente caótica y para distraer la atención de la gente la meten presa a Cristina, es posible. No se podría descartar.

¿El juez Martínez de Giorgi podría haber evitado la orden de detención de Hebe de Bonafini o correspondía en razón de la rebeldía en la que incurrió?

— Por supuesto que la podría haber evitado. Para tomar una indagatoria podría haber constituido el jugado en la sede de las Madres y preguntarle a Hebe directamente, señora usted quiere declarar o no quiere declarar. Bueno si no quiere declarar se terminó la indagatoria, se hace un acta y se terminó el trámite.

— ¿No le pareció desproporcionado el operativo policial para proceder a la detención de Hebe de Bonafini?

— Me pareció absolutamente falto de prudencia. Frente a toda situación conflictiva uno trata de bajar los decibeles y conociendo el personaje, y tratar de detener a Hebe en la sede de las Madres, en la Plaza de Mayo, en la ronda del día jueves a la tarde, me parece que eso no es lo más indicado para bajar los niveles de conflictividad.

¿Teniendo en cuenta que Rosario es estigmatizada por el narcotráfico considera acertada las políticas de guerra contra las drogas que pregonan desde las agencias internacionales y que el gobierno nacional pareciera dispuesto a implementar en Argentina?

— Parece que no dio resultado en ningún lado. Hace unos 30 años que están con lo mismo y América Latina está cada vez más ‘blanca’. No, la “guerra contra las drogas” es una expresión de tipo periodística. La cocaína resulta funcional a este desbaratamiento de los estados latinoamericanos, el 60 por ciento de la renta queda en Estados Unidos, le venden armas a los narcos mexicanos y además se quedan con el 100 por ciento del negocio de lavado, que nos prohíben hacer a nosotros a través del Gafi (Grupo de Acción Financiera Internacional).

— ¿Considera oportuna la reunión secreta del presidente Macri con el presidente de la Corte Suprema de Justicia que se conoció después que ocurrió y no se conocen los temas tratados en la misma?

— Charlar se charla, se habla naturalmente, siempre. Siempre hubo que hablar con los ejecutivos por razones presupuestarias, etcétera. Pero me parece que la ocasión no fue la más prolija, simplemente.

La justicia Federal está reflotando causas viejas y actúa de tal modo al compás político y pierde su independencia. ¿Qué opinión tiene al respecto?

— No sé si pierde la independencia, lo que sí me parece es que está actuando imprudentemente. Hay sectores de la política, sectores de la Justicia Federal que están directamente partidizados y lo hacen ostensiblemente.  Correrá por cuenta de ellos, la Justicia no debería estar partidizada, pero ojo que es una minoría, no son todos los jueces.

— ¿Es necesario reflotar la idea de reforma del Código Penal?

—No, porque van a hacer un desastre peor, de modo que mejor quedémonos con lo que tenemos. Podría empeorar en todo, podrían hacer cualquier cosa. Con tal de dejar tranquilo a Clarín pueden hacer cualquier barbaridad. En este periodo de gobierno lo mejor sería no discutir la reforma del Código Penal, no se puede discutir un una reforma del Código Penal en un período que no es muy tranquilo.

¿Considera que hubiera sido positiva la reforma para elegir a los consejeros de la Magistratura a través del voto popular y con eso lograr una mayor democratización de la justicia?

— No. De ninguna manera. En mi voto consideré que no era inconstitucional la ley pero políticamente me pareció raro. Generaría una partidización directa del Consejo de la Magistratura y una demagogia incalificable que si el gobierno anterior hubiera hecho el cálculo se hubiera dado cuenta que perdía todo el Consejo de la Magistratura.

¿Perdería la imparcialidad el Consejo de la Magistratura?

— Yo no creo en la imparcialidad, creo en la pluralidad. Ningún ser humano es imparcial.

— ¿Qué opina sobre reabrir la causa de la denuncia de Nisman por supuesto encubrimiento del atentado a la Amia a raíz de la firma del memorándum de entendimiento?

— Eso está cerrado. Lo que resulta lamentable son algunas expresiones, porque traición a la patria alguien lo puede usar como una injuria, etcétera. Que lo use un periodista está bien, que lo use un político para injuriar, está bien aunque no debiera. Pero que lo use alguien que salió de una facultad de derecho pretendiendo hacer creer que habla en serio, me parece algo que no se hizo en los últimos 150 años. Desde 1853 hasta hoy creo que nadie puede hablar de eso y creo que nadie que haya leído la Constitución puede decir eso.

¿Según un informe de la Procuvin el 61 por ciento de la población carcelaria se encuentra cumpliendo prisión preventiva, qué opina sobre ese instituto judicial?

— Es una pena anticipada, corresponde por excepción y por un tiempo razonable. Pero en toda la región nuestra se usa la prisión preventiva directamente como pena anticipada. Es una característica de los sistemas penales de la región.

Los juicios abreviados son muy cuestionado en Santa Fe ¿Qué opinión tiene al respecto?

— Opino que los códigos procesales acusatorios no son acusatorios y se termina todo con un juicio abreviado, claro. En Estados Unidos el juicio abreviado resuelve el 95 por ciento de los casos y nosotros vamos por el mismo camino. Ahora tenemos presos sin condena y luego vamos a tener condenados sin juicio.

Algunos sectores peyorativamente lo tildan de garantista. ¿Qué les diría?

— Bueno, muchas gracias, me hacen un halago. Qué les voy a decir, admito que hay gente que es fascista, gente que es nazi, hay gente que es estalinista y los respeto. En una sociedad plural los respeto, pero yo soy peronista y en el sentido penal soy garantista, claro, como corresponde en un estado democrático de derecho. Respeto a los otros que son nazis, fascistas, estalinistas, franquistas y todo los demás, en una sociedad plural los respeto mucho. Pero ellos tienen su idea  y yo tengo la mía.

Usted fue inhabilitado como abogado en la Capital Federal. ¿Cree que es una medida arbitraria?

— Sí, por supuesto. Lo hicieron para sacarme del medio, porque creen que soy Mandrake, el mago. Que toco un expediente y desaparece. Bueno está bien, a mí me hacen un favor.