Nuevas publicaciones de los Panamá Papers revelan operaciones inescrupulosas en el mercado del arte, que en algunos casos afectan a juicios en marcha por la propiedad de obras desaparecidas y giran en torno a Van Gogh, Picasso, Rembrandt y Amedeo Modigliani, este último respecto de la obra «Hombre sentado con un bastón», que fue confiscada a su propietario original por el régimen nazi.

El escándalo desatado por la filtración de más de 11,5 millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales, afecta a más de 140 políticos y altos funcionarios de todo el planeta, además de celebridades, deportistas, cineastas, escritores y ahora también propietarios de arte, según surge de una revelación hecha por el periódico digital El Confidencial.

Los aportes del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington y que ha liderado la investigación junto al diario alemán Süddeutsche Zeitung han generado nuevas pistas sobre el posible paradero de «Hombre sentado con un bastón», la obra desaparecida de Modigliani.

La pintura del artista italiano, valorada en unos 25 millones de dólares, lleva décadas perdida luego de que los nazis la confiscaran a su propietario judío, aunque su legítimo heredero sospecha que ésta se encuentra en manos de la familia Nahmad, una de las más poderosas del mundo del arte.

Después de que una investigación privada apuntase a que los Nahmad (originarios de Siria y Líbano) obtuvieron la obra en una subasta en 1996, el nieto del judío a quien le fue confiscada presentó una demanda que todavía mantiene a ambas partes enfrentadas.

En los juzgados, la familia Nahmad siempre ha sostenido que no posee el Modigliani, pero los Panamá Papers revelaron ahora que ésta controla la compañía offshore International Art Center, que tendría en su poder la obra de arte.

El caso de los Nahmad es sólo un ejemplo de los múltiples vínculos entre el mercado del arte y el bufete Mossack Fonseca, cuyos documentos demuestran, según el ICIJ, que es una «industria poco regulada donde el anonimato se usa a menudo para proteger todo tipo de comportamientos cuestionables».

Además de los Nahmad, entre los papeles también aparecen los nombres de la familia griega Goulandris, que se encuentra en el centro de una batalla legal sobre el paradero de 83 obras de arte desaparecidas.

Otros nombres del mundo del arte incluyen a la nieta del pintor malagueño Pablo Picasso, Marina Ruiz Picasso, a la familia Thyssen-Bornemisza y al magnate chino Wang Zhongjun. Este último no repondió al ICIJ y Marina Ruiz Picasso, que figura con propiedades en tres sociedades «offshore» y como accionista en otra, se negó a comentar.