La pachira aquatica o, como se la conoce también en las zonas donde es autóctona, castaño de guayaba, es una de las plantas ornamentales más deseadas para la decoración del hogar. Su apariencia en natural o su formato trenzado provocado, la convierten en un oxigenador de interiores ideal si se quiere también sumar valor estético.

Para que conozcas más de cerca la pachira aquatica, Conclusión dialogó con Matías Mililli, responsable del vivero El Paseo de Kaldi y especialista en cuidado de plantas, sobre características y cuidados a tener en cuenta a la hora de sumar al hogar a esta planta amante de la humedad ambiente.

 

Es una planta típica de interior y la clave es que no tenga sol directo, ni claridad en exceso”, resaltó y amplió: “Muy poca agua en verano y primavera, apenas una o dos veces por semana, y en invierno espaciar mucho más los riegos. En invierno es primordial esperar a que se seque la tierra antes de volver a regar”.

Además de poco riego, Mililli subrayó algunos consejos para la conservación: “Abonar una vez al mes con abonos líquidos nitrogenados y pulverizar bastante seguido porque es una planta que requiere mucha humedad de follaje para no perder sus hojas”.

La Pachira aquática es una planta originaria del norte de Brasil y Centroamérica y aunque requiere pocos cuidados es ideal ubicarla cerca de una ventana, ya que requiere humedad del ambiente y poco riego.

Sus hojas son alargadas y palmeadas, de un intenso color verde brillante. Su tallo es de color verduzco en algunas zonas y, cuando la planta es joven, gracias a su flexibilidad y manejabilidad, se les puede dar forma sin hacerle daño al árbol.

En ese sentido, el especialista añadió que “es una planta que en su interior contiene mucha agua. El nombre viene porque crece cerca de las corrientes de ríos y en los pantanos. No es una planta acuática, pero en interior debemos ser muy cuidadosos con el agua. La única forma de matarla es dándole riego en exceso”.

Sus flores son perfumadas, de un color blanco crema y se abren pronto por la noche o por la mañana y duran pocos días, aunque si no está en su hábitat natural o en un clima tropical no suelen salir.