Las imágenes de la entrevista que hace cinco años atrás el periodista Gerardo Rozín le hizo a Cristina Fernández de Kirchner han copado nuevamente las redes sociales. No es para menos, dado que, sobre el final del encuentro, Rozín le pregunta: ¿Cómo te imaginás de acá a cinco años?, a lo que la ex presidenta le responde: «Que se yo, hay tanto loco suelto».

La entrevista en cuestión fue el 17 de octubre de 2017, en medio de su campaña electoral para senadora y fue recuperada en las últimas horas y difundida repetidamente en redes sociales. Tan difundida que amerita preguntarse si esa difusión es casual o si está destinada a instalar el discurso de que el  atentado contra la expresidenta no fue otra cosa que el accionar solitario de «un loco suelto», aún antes de que la investigación, que recién comienza, pueda demostrar en qué circunstancias se produjo el atentado. Incluso, pareciera que dicha difusión apunta más bien a ignorar ciertas acciones y discursos de odio, que en los últimos años han pululado descontroladamente, incluso, muñecos que representaban a la vicepresidenta en la horca o en cajones de muerto.

En la entrevista exclusiva que Cristina Fernández le concedió a Rozín para el programa Morfi, en Telefe, en la cual, durante más de una hora accedió a hablar sobre todos los temas de la actualidad de ese momento. Ya casi en el cierre de la misma, el recientemente fallecido periodista le preguntó sobre el futuro y como se imaginaba en cinco años.

“¿Cómo me imagino en cinco años? No sé”, reflexionó Cristina en una respuesta que la puso al borde del llanto. «Vos sabés que desde que pasó lo de Néstor, dejé de imaginarme el futuro. Yo creía que iba a envejecer con él. Y mirá”… señaló con la voz quebrada.  “Así que no sé. No sé qué pasará dentro de cinco años. Si está el mundo. No sé, no tengo comprada la vida. Aprendí eso”, finalizó la ahora Vicepresidenta de la Nación.

Para algunos, aquella respuesta dada cinco años atrás, se resignifica y se torna inquietante a la luz del atentado del cual fue víctima este jueves a la noche, cuando, en el momento en que llegaba a su casa en Recoleta, un hombre le puso un arma a pocos centímetros de la cara y le gatilló dos veces.