Los escombros del cohete chino Long March 5B cayeron en la tarde del sábado sobre el Océano Índico, según informó el Comando Espacial de los Estados Unidos en su cuenta oficial de Twitter. En los últimos días, circuló el rumor de que los restos podrían caer en la provincia de Santa Fe.

El organismo destacó que remite al Gobierno de China “para obtener más detalles sobre los aspectos técnicos del reingreso, como la posible dispersión de escombros y la ubicación del impacto”.

Esta es la segunda vez que los restos de este cohete propulsor caen sobre el Océano Índico, ya que lo mismo ocurrió el año pasado, mientras que en el 2020 cayeron sobre el Atlántico Norte.

El enorme cohete propulsor fue puesto en órbita el 24 de julio por la agencia espacial china y su caída descontrolada generó críticas por la falta de planificación y seguridad, informaron expertos y medios especializados.

El cohete tenía por misión llevar un módulo que se iba a acoplar a la estación espacial china Tiangong, lo cual fue realizado con éxito el 24 de julio, pero la etapa central del cohete, de 21 toneladas métricas, orbita la Tierra y desciende gradualmente hacia un “reingreso descontrolado”, informó el portal Aerospace.

En mayo de 2021, ocurrió una situación similar cuando la etapa central de este cohete reingresó a la atmósfera y cayó sobre el océano Índico, mientras que en el 2020 restos del cohete cayeron en el Atlántico Norte

El cohete Long March5B despegó del Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en Hainan el 24 de julio a las 2:22 pm hora de Beijing. El laboratorio Wentian de 22 toneladas, almacenado encima del cohete, llegó a la estación orbital 13 horas después del lanzamiento.

Los astronautas que actualmente se encuentran a bordo del módulo principal de la estación espacial Tiangong, Chen Dong, Liu Yang y Cai Xuzh, se convirtieron en los primeros astronautas en asistir a un acoplamiento en la estación Tiangong.

En un tweet, el astrónomo Jonathan McDowell del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica calificó como “inaceptables” estos reingresos descontrolados por los múltiples inconvenientes que pueden ocasionar.

Críticas de la NASA

La NASA emitió fuertes críticas por el manejo de la situación por parte de China, al advertir que Pekín no había compartido la “información específica de la trayectoria” necesaria para saber dónde podrían impactar los posibles escombros.

“Todas las naciones que realizan actividades espaciales deben seguir las mejores prácticas establecidas y hacer su parte para compartir este tipo de información con anticipación para permitir predicciones confiables del riesgo potencial de impacto de escombros”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.

Aerospace Corp, un centro de investigación sin fines de lucro financiado por el gobierno estadounidense cerca de Los Ángeles, dijo que era imprudente permitir que toda la estructura principal del cohete, que pesa 22,5 toneladas, regresara a la Tierra de manera descontrolada.

A principios de esta semana, analistas dijeron que el cuerpo del cohete se desintegraría a medida que se precipitara a través de la atmósfera, pero que era lo suficientemente grande como para que numerosos fragmentos sobrevivan a un reingreso en llamas y que podrían llover escombros en un área de unos 2.000 km de largo por unos 70 km de ancho.

La embajada china en Washington no hizo comentarios de inmediato. China dijo a principios de esta semana que seguiría de cerca los escombros, pero asumió que representaba poco riesgo para cualquiera en el terreno.