En junio de 2016, el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE), que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Asociación de Vivienda Económica (AVE), brindó una capacitación sobre la tecnología de fabricación de ladrillos elaborados con plásticos reciclados a personal del Municipio de Junín de Mendoza, en el marco del Programa Junín Punto Limpio.

En un comienzo, la capacitación fue realizada en dos etapas. La primera, consistió en una explicación sobre el producto y el proceso transferido en la tecnología y una demostración de postura de los elementos constructivos.

En tanto, la segunda parte del programa se desarrolló en el espacio físico de Junín Punto Limpio y consistió en el relevamiento de las instalaciones existentes y asesoramiento para la puesta a punto de la producción.

“En los meses subsiguientes, un grupo de personas de este municipio produjo la cantidad de ladrillos suficiente para construir una vivienda que se destinó a una familia carenciada con un integrante discapacitado”, señaló la doctora Rosana Gaggino, investigadora Independiente del CONICET, vicedirectora del CEVE y directora del equipo de trabajo.

La casa, inaugurada el pasado 25 de febrero, cuenta con 56 m2 cubiertos y tiene una cocina comedor, dos dormitorios, baño, calefón solar, luz eléctrica y agua potable. En este sentido, esta cooperativa esta formada por cincuenta familias rurales, actualmente continúa trabajando para construir más viviendas con ladrillos de PET, que son adaptables a la geografía, clima y sismología local.

Cabe remarcar que el CEVE es un Centro de Investigación y Desarrollo ubicado en la Ciudad de Córdoba, que tiene como misión la investigación, experimentación, desarrollo y transferencia de tecnologías de construcción y gestión integral, destinadas a la producción social del hábitat. Dentro de esta Unidad Ejecutora, el Programa de Nuevos Materiales desarrolla tecnologías para el aprovechamiento de residuos urbanos e industriales, los que son reciclados para la fabricación de componentes constructivos técnicamente aptos para ser utilizados en construcciones civiles.

Por último, también hay que destacar que estos ladrillos son más ecológicos, además de poseer mayor aislación térmica y ser más livianos que los ladrillos de barro cocido tradicionales. Esta tecnología fue patentada por el CONICET en el 2008 y cuenta con un Certificado de Aptitud Técnica otorgado por la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, dependiente del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación.