El diputado electo Máximo Kirchner finalmente fue dado de alta hoy tras permanecer seis días internado en el Sanatorio Otamendi por un absceso hepático, mientras que la presidenta Cristina Kirchner se instaló en Santa Cruz donde pasará el fin de semana.

El hijo mayor de la jefa de Estado abandonó al mediodía el centro de salud del barrio porteño de Recoleta, adonde había ingresado el sábado por la noche para ser operado de un absceso hepático, como se denomina al problema médico generado por la presencia de una masa llena de pus dentro o asociada al hígado.

El diputado electo, de 38 años, había sido intervenido quirúrgicamente para extraerle el absceso a través de un drenaje.

Por su parte, Cristina Kirchner partió alrededor de las 17.00 hacia la provincia patagónica, donde pasará los siguientes días, y además deberá regresar allí el próximo fin de semana para votar enel balotaje que definirá a su sucesor.

La jefa de Estado redujo su actividad pública durante esta semana (no encabezó ningún acto), en coincidencia con el tramo final de la campaña electoral, y se centró en seguir de cerca la
recuperación de Máximo.