La cifra fue revelada luego de un estudio realizado en varias localidades del país. La asociación argentina de medicina respiratoria (AAMR) dio a conocer recientemente los resultados de Epoc.ar, una investigación para reconocer la salud respiratoria de la población argentina.

El estudio fue organizado por la Asociación argentina de medicina respiratoria, en colaboración con el Iner (Instituto nacional de enfermedades respiratorias). El trabajo se inició en 2014 y fue realizado con personas al azar en la ciudad de Buenos Aires, La Plata, Vicente Lopez, Gran Buenos Aires y Rosario (que representan el 45 por ciento de la población nacional por densidad demográfica). En 2016 también se sumarán las ciudades de Mendoza y Córdoba.

A cada sujeto se le realizó una espirometría computarizada (que consiste en medir la capacidad pulmonar a través de un soplido aparato). Como resultado de la investigación, el 14 por ciento fueron diagnosticados con Epoc. Si se transporta este número de personas a la población mayor de 40 años, unos 2.400.000 argentinos podrían tener la enfermedad. Cerca del 90 por ciento de los encuestados no sabía que padecía Epoc. Quedó demostrada la asociación de esta enfermedad al sexo masculino, mayor edad, obesidad, bajo nivel de instrucción y bajo nivel socioeconómico. Los coordinadores del estudio, los doctores Andrés Echazarreta, Daniel Colodenco y Eduardo Giugno, señalaron la importancia de este trabajo único en Argentina y expresaron que «de ahora en adelante sabemos la magnitud de la enfermedad a la que nos enfrentamos, primer paso ineludible para el control de la misma».

El epoc es una enfermedad respiratoria que se caracteriza por la dificultad para respirar, ocasionada por obstrucción a nivel pulmonar. Se manifiesta fundamentalmente por falta de aire, tos, catarro bronquial y opresión en el pecho. Está relacionada directamente con el consumo de tabaco y es la tercera causa de muerte global por enfermedades no transmisibles luego de los trastornos cardiovasculares y cerebrovasculares. Esta enfermedad se diagnostica mediante la espirometría, un sencillo análisis que permite reconocer la capacidad de los pulmones, a través de un soplido. Los profesionales recomiendan realizar este estudio a todo paciente mayor de 40 años fumador o no, y señalan que el diagnóstico precoz de la enfermedad puede mejorar notablemente la calidad de vida del paciente y detener su progreso.