El 25 de abril de 1982 elementos británicos atacaron a las fuerzas argentinas apostadas en las Islas Georgias del Sur, las cuales fueron ampliamente sobrepasadas en número.

La Aviación Naval y la Fuerza Aérea Argentina continuaron desplegando medios en territorio continental y en las Islas Malvinas. El Ejército se abocó al arribo de tropas en las islas, y siguió con el redespliegue hacia la Isla Gran Malvina.

Ese día, tres helicópteros AI03 Allouette III que habían sido embarcados a bordo del Portaviones A.R.A “25 de Mayo” el 28 de marzo, matrículas 3-H-105, 3-H-111 y 3-H-112 regresaron a la Base Aeronaval Comandante Espora, donde permanecieron a la orden para futuras operaciones.

La Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, integrada por Helicópteros SH-3 “Sea King” efectuó vuelos de traslado de personal desde el Portaviones A.R.A. “25 de mayo”. También la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil realiza vuelos de traslado de personal con aviones Fokker F-28 (matrícula 5-T-20).

La Fuerza Aérea Argentina desplegó en la Base Aérea Militar San Julián (BAM San Julián) un segundo escuadrón de cazabombarderos Mirage V Dagger, incrementando inmediatamente la actividad en la Base.

Mientras tanto, infantes de marina británicos, juntos al S.A.S (Special Air Service) y el S.B.S. (Special Boat Service) continuaron su marcha hacia Grytviken, culminando con la capitulación de las Fuerzas Argentinas allí localizadas, y la captura del Submarino A.R.A. Santa Fe (S-21). Poco más de un centenar de efectivos argentinos fueron tomados como prisioneros de guerra. Finalizó de esta forma la primera fase de la Operación Paraquet.

El Portaviones H.M.S. Invincible llegó al Teatro de Operaciones. Asimismo, arribaron las Fragatas H.M.S. Arrow y H.M.S. Alacrity. Continuó el traslado hacia la isla ascensión de material y tropas, destacándose el aterrizaje de cuatro aviones Boeing 747 requisados, y aviones de la Royal Air Force (R.A.F).