El tren de pasajeros a la ciudad santafesina de Rufino restablece hoy su servicio, tras permanecer interrumpido por 22 años, una decisión que es celebrada por la población local y que constituye un símbolo de la actual recuperación ferroviaria tras el vaciamiento de las políticas neoliberales de los 90.

El 11 de marzo de 1993 fue la última vez que circuló la formación que une esa localidad del sur de la provincia con la estación porteña de Retiro, pero hoy en la noche el ramal quedará rehabilitado por decisión del Gobierno nacional, a través del Ministerio de Interior y Transporte a cargo de Florencio Randazzo.

La enorme expectativa y algarabía de la gente ya tuvo un capítulo previo cuando a principios de este mes cientos de rufinenses le dieron la bienvenida a la locomotora, que con cinco vagones de origen chino, hizo su ingreso a la estación en una prueba para el ajuste de las vías.

«No hay un rufinense que no esté contento por el retorno del tren que quitaron hace 22 años; mañana cuando llegue desde Retiro, será una fiesta para todo el pueblo y la zona. Es algo trascendente para la región», contó a Télam el ex jefe de estación del antiguo Ferrocarril de la línea San Martín, Rubén Gabutti.

Con 32 años como trabajador ferroviario, Gabutti, que fue reincorporado como supervisor en el restablecido ramal Rufino-Retiro, ultima detalles junto a un grupo de obreros para la ceremonia de llegada del tren, hoy a la noche y con la presencia de Randazzo.

«Es una lástima que no encontremos la campana que pertenecía a la estación, con la que se daba la orden de partida del tren. Ni eso dejaron cuando se cerraron los ramales allá por 1993, se llevaron todo», lamentó Gabutti.

El trabajador indicó que «es tanta la expectativa y la alegría de la gente de Rufino, que de un total de 300 asientos, ya casi no quedan boletos para viajar el domingo, cuando el tren regrese a Buenos Aires». «Pasa que el valor del pasaje cuesta la mitad de lo sale un viaje en micro», explicó.

Añadió que con el regreso del tren, Rufino recuperará también «un centenar de puestos de trabajo», que se habían perdido con el cierre del ramal.

En tanto, uno de los testigos directos de aquella noche de marzo de 1993, en que pasó por última vez el tren de pasajeros, es el actual director del diario local La Tribuna, Hugo Basso, quien incluso conserva una fotografía de la formación detenida en la estación local. Sobre la locomotora, los obreros del riel habían escrito algunas consignas: «El último tren»; «Será Justicia»; «Chevallier ganaste una batalla pero no la guerra», «Volveremos», decían las pintadas en la máquina, tan negra como era el futuro de los ferroviarios en aquel entonces.

Pasaron 22 años y el tren volvió. «Cada uno le pondrá el nombre que prefiera: esperanza, dignidad, orgullo. Para mí esto es una revancha y no hace falta decir a qué y a quiénes le hemos ganado», dijo Basso emocionado.

«Creo interpretar el sentimiento de los rufinenses, y es que con el regreso del tren recuperan parte de su historia, algo que le robaron. A este pueblo de 19 mil habitantes le dieron un mazazo hace 22 años; le quitaron la principal fuente de trabajo, de un plumazo borraron 300 empleados. Fue demasiado», añadió.

Hoy en la noche, cuando llegue la formación procedente de Retiro, Rufino será una fiesta y eso es lo que se percibe en el ánimo y rostro de sus habitantes.

La estación luce impecable, pintada de celeste y blanco, mientras el personal trabaja a destajo para que todo esté listo en un movimiento de gente incesante.

Expresiones como «victoria», «esperanza», «recuperación histórica», «progreso», «devolución de patrimonio», son algunas que utilizan las rufinenses para definir lo que representa el regreso del tren, según los testimonios que pudo recoger la agencia de noticias Télam.

El servicio saldrá los viernes a las 16 desde la estación Retiro de la línea San Martín, retornará desde Rufino los domingos a la misma hora y tendrá paradas en Chacabuco, Junín, Vedia y Alberdi.

Las formaciones, cero kilómetro, cuentan con la última tecnología en seguridad y confort; tienen aire acondicionado frío-calor, iluminación LED, baños para personas con movilidad reducida, sistema de frenos ABS y suspensión neumática.

El retorno del tren de pasajeros a Rufino sacó a la luz episodios vinculados a la historia de las luchas ferroviarias en ese pueblo del sur de Santa Fe, donde una de sus calles lleva el nombre de Manuel Roca, un joven obrero del riel asesinado por personal del Ejército, en la década del 60, durante el gobierno de Arturo Frondizi.

“Los trabajadores regresaban a sus casas tras una asamblea y en ese momento pasó un tren por el paso a nivel oeste de la estación local, cuando se suponía que todavía no debían circular por la huelga, y entonces, los obreros les empezaron a gritar carneros”. ”Desde arriba del tren, soldados del Ejército dispararon sus armas y mataron al joven foguista de apenas 24 años”, relató el periodista local Hugo Basso .

Manuel Roca se convirtió así en un mártir de las luchas ferroviarias de la década del 60, e incluso, a pocos metros del paso a nivel de donde fue acribillado se levanta una placa que recuerda su nombre.