Los precios se disparan en todos los productos de primera necesidad y los medicamentos no son la excepción. En tiempos de pandemia las consultas a los médicos bajaron considerablemente pero en las farmacias la demanda continúa, específicamente por tratamientos crónicos, que no han sufrido variación en sus precios, pero aumenta en relación a los productos de venta libre como los analgésicos que registraron un considerable incremento.  El dato positivo es que no hay faltantes.

En lo que va del año los medicamentos acumularon un aumento del 22%. Entre septiembre y octubre el incremento fue de entre 3 y 4 por ciento promedio. El mayor incremento se da en los productos de venta libre, puntualmente en analgésicos que no requieren recetas.

En diálogo con Conclusión, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe, Cándido Santa Cruz explicó que «en los primeros días de octubre en algunos laboratorios y otros en los últimos días de septiembre, sufrieron un aumento entre un 3 y un 4 por ciento. Llevamos un acumulado anual que ronda el 22 por ciento. No son lineales los aumentos, esto significa que es un promedio de los productos. Nosotros llevamos un ranking de 50 productos más dispensados y de ese ranking obtenemos este porcentaje mensual y anual de variación en los precios, por lo tanto se puede encontrar algunos productos que han tenido un aumento mucho mayor como también existen otros que no han movido su precio, pero la gran mayoría se viene moviendo de a poco».

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Respecto a qué tipo de producto registró mayores incrementos, Cándido señaló que «los medicamentos que más aumentos han sufrido son los de venta libre, que son los que no requieren una receta médica, los de uso antiespasmódico, antifebriles, paracetamol e ibuprofeno, son los medicamentos analgésicos son los que más han sufrido por ahí este tipo de aumento».

En varias ocasiones se han registrado faltante en algunos medicamentos, pero en este momento «no tenemos problemas con la provisión, tenemos un surtido muy aceptable, son muy pocos los medicamentos que no se consiguen o están en falta y normalmente son estacionarios y reemplazables, por lo cual, si esa marca a la cual la persona quiere acceder no se consigue, no dura más de una semana el faltante y tenemos cómo reemplazar cualquier tipo de medicamento de los que podemos considerar de uso cotidiano».

«Lo que hemos notado, es que los medicamentos tipo crónico, para tratamiento de enfermedades crónicas se mantienen, no se han alterado ni se han aumentado, se mantienen normalmente. Si ha mermado la cantidad de consultas ambulatorias, las ocasionales, por molestias o por trastornos, lo que evidencia que la gente no está concurriendo al médico de la manera habitual y está dejando las consultas para las situaciones más graves o de cronicidad», concluyó el profesional.