Por Gisela Gentile

Innumerables son las luchas que desde la Fundación Emperador se han llevado a cabo, en pos de conquistar más derechos para los electrodependientes. Hace un tiempo se le exigió al ente provincial de la energía, que los pacientes no sufran más cortes de luz. Destacando que se consiguió la gratuidad del servicio eléctrico para los pacientes, se movilizó contra los ajustes en discapacidad entre otras tantas batallas de las cuales fueron parte.

Incansables serán en la lucha por conseguir que ese ser querido que habita en el hogar, tenga una calidad de vida mejor. En este marco, este grupo de santafesinos viene batallando desde hace meses en pos de trabajar de manera conjunta la posibilidad de vacunación de los electrodependientes. “Estamos preocupados y ocupados sobre la vacunación contra el Covid-19. Desde la Fundación Emperador hace tiempo que venimos trabajando sobre esto. Apenas se empezó a vislumbrar la posibilidad de una vacuna, comenzamos a trabajar internamente para ver cuál era nuestra población y orden de prioridades de todos los pacientes”, le dijo a Conclusión Fabián Fiori, presidente de la fundación Emperador.

El trabajo fue realizado en torno a las edades y la geolocalización de los pacientes electrodependientes de dicha fundación. “Estamos hablando de más de 120 familias, los dividimos por edades, pero fundamentalmente, en quienes se pueden movilizar hasta un vacunatorio y quiénes no. Hicimos tratativas con el Hospital de Niños de Zona Norte, que es con quien siempre articulamos el tema de las vacunas convencionales”.

Esta Fundación que trabaja con la mirada puesta en lograr más derechos para los electrodependientes, se reunió con la Defensoría del Pueblo para comenzar un trabajo en equipo. Pero, a este pujante grupo de trabajo, le falta un actor principal, el Ministerio de Salud. “Estamos trabajando y ocupándonos fuertemente sobre el tema, en este sentido hemos firmado un convenio marco con la Defensoría del Pueblo. Con la misma armamos una mesa de trabajo, en donde esperamos que prontamente se sume el Ministerio de Salud que tiene datos concretos y sensibles que necesitamos para empezar a trazar una logística que alcance a todos los electrodependientes de la provincia”.

Nos da la sensación que se está esperando saber qué cantidad de vacunas llegarán a la provincia de Santa Fe, y a partir de ese dato, tratar de realizar un plan de acción

Hace meses que insisten en el pedido de poder juntarse y trabajar junto al Ministerio de Salud. “Nos da la sensación que se está esperando saber qué cantidad de vacunas llegarán a la provincia de Santa Fe, y a partir de ese dato, tratar de realizar un plan de acción. Desde mi punto de vista creo que es totalmente al revés, hay que pensar el plan de acción, en varios escenarios posibles y cuando lleguen las vacunas ir adecuándonos”, enfatizó Fiori.

Durante la pandemia han quedado a flor de piel muchas actitudes humanas que nos alejan de una palabra que mucho se dice, pero poco se aplica, la empatía. “Pensamos que nuestra sociedad está más preocupada por el inicio de las clases que por la vacunación de las personas hipervulnerables. Nos apena la idea de que se mire el propio ombligo y que el de al lado se arregle como pueda, lamentablemente una persona electrodependiente internada en su domicilio no puede arreglárselas sola, necesita la mirada y el auxilio del estado. Desde este lugar es que ofrecemos nuestro trabajo y experiencia, pero para ello es necesario decisión política del orden de prelación, en el caso que lleguen las vacunas a tiempo”.

Entre tanta incertidumbre y falta de respuestas, una noticia alentadora llegó a la Fundación. “Estamos en condiciones de afirmar que <Martincho> es el primer electrodependiente del país en ser inoculado contra el Covid-19. Ante esto, sentimos por un lado mucha felicidad y alegría que compartimos con su mamá Gladys. Pero por otro lado, nos quedan pendientes las otras 900 familias que en su mayoría son chicos”.

En este último punto Fabián quiso realizar una reflexión, “al ser la mayoría chicos, es allí donde debemos trabajar, lo ideal sería una protección e inoculación de capullo, vacunando a todos los miembros familiares que tengan contacto con el menor para que esta persona esté cubierta”, sostuvo.

No es solo una cuestión de solidaridad, sino de prevención y cuidado para el resto de la población. “Especialistas en virologías a nivel internacional nos dicen que las personas inmunodeprimidas y vulnerables son las primeras que deben vacunarse, porque si el virus ingresa en sus cuerpos, lo más probable es que mute y se torne más peligroso para la sociedad”.

Si no lo hacemos por una cuestión epidemiológica, hagámoslo por un orden de prelación de los más vulnerables

Un pedido desesperado para que desde el estado se ponga la mirada en esta población que parece ser desoída. “Si no lo hacemos por una cuestión epidemiológica, hagámoslo por un orden de prelación de los más vulnerables. Como sociedad deberíamos replantearnos el instinto de conservación, por ello debemos hacer las cosas como corresponden y poner el norte donde realmente tiene que estar”, concluyó.