Un estudio de JAMA Cardiology  que compartió este mes de marzo del 2021, los resultados de un programa de detección que involucró a atletas profesionales en seis deportes importantes en EE. UU. y Canadá (Major League Soccer, Major League Baseball, National Hockey League, National Football League, y la Asociación Nacional de Basquetbol).

Investigaron a 800 atletas que dieron positivo por covid-19, del cual, el 0,6% más tarde pareció desarrollar una enfermedad cardíaca inflamatoria. Estos atletas fueron retirados del juego temporalmente, pero pronto regresaron, y no se produjeron casos de eventos cardiovasculares durante 2020, relacionados o no con el virus.

Otro estudio similar fue publicado en este mes de abril en la revista Cardiologyse. De aproximadamente 3.000 estudiantes que dieron positivo por el virus y se sometieron a un examen cardíaco, el 0,7% parecía tener inflamación cardíaca u otro daño relacionado con el covid-19. Ninguno de los atletas pareció desarrollar problemas graves como un ataque cardíaco como resultado, aunque una persona sufrió un evento cardíaco que se consideró no relacionado con su infección.

Gracias a estos dos estudios recientes, se puede establecer que los atletas no requieren un escrutinio intenso y una detección proactiva de problemas cardíacos después de desarrollar covid-19.

Hay que recordar que durante septiembre del 2020 un pequeño estudio de resonancias magnéticas realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio hizo sonar las alarmas.

Se había encontrado evidencia de daño cardíaco, incluida miocarditis (inflamación cardíaca), en aproximadamente el 45% de los 26 estudiantes atletas universitarios que habían contraído recientemente covid-19.

Gracias a estos nuevos estudios publicados, se puede establecer que si bien puede existir un daño de inflamación cardíaca relacionada con el coronavirus en atletas, la incidencia de esta es menor al 1% pero que los mismos, no van a sufrir un ataque cardíaco como resultado fatal.