VIERNES, 29 DE NOV

Las etapas del viaje de los Reyes Magos

El 6 de enero se celebra la Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que se recuerda la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al Niño Jesús.

 

Con el fin de ayudar a vivir mejor la celebración de la Solemnidad de los Reyes Magos o “Bajada de Reyes” el 6 de enero, presentamos las 5 etapas del viaje de los sabios de Oriente hacia su encuentro con el Niño Jesús en Belén.

En un artículo publicado en el National Catholic Register, Mons. Charles Pope, decano y sacerdote de la Arquidiócesis de Washington D.C, reflexiona sobre las etapas del viaje que los Reyes Magos emprendieron hacia Belén y anima a los católicos a recorrer sus pasos en el seguimiento a Cristo.

El 6 de enero celebramos la Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que recordamos la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al Niño Jesús; aunque en algunas ciudades y pueblos, por una cuestión pastoral, se traslada esta solemnidad al domingo previo a la Fiesta del Bautismo del Señor.

Mons. Pope recuerda que el Evangelio observa “cómo los Magos viajan por etapas desde la luz de una estrella hasta la brillante y gloriosa Luz de Jesucristo”. A través de estas cinco etapas pasan de “ser meros magos hasta convertirse, por la gracia de Dios, en sabios”, agregó.

A continuación, las cinco etapas:

  1. La etapa de la “llamada”

El Evangelio de Mateo narra: “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ‘¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle’”.

Mons. Pope indica que el término “magos” se refiere a “hombres eruditos, quizás sean astrónomos antiguos”, pero destaca que “su identidad clave es que son gentiles”.

Explica que “hasta ese momento de la historia de la Navidad, solo los judíos habían sido llamados a Belén”. Por eso “es claro que el Evangelio se extiende a todo el mundo” y que es una “llamada completa a la Iglesia, que necesita tanto a judíos como a gentiles”.

Además, señala que “Dios los llama a través de algo en el mundo natural: una estrella”, e invita a los fieles a preguntarse: “¿Cuál es la ‘estrella’ que Dios usó (y usa) para llamarte?” y “¿Quiénes son las estrellas en tu vida a través de las cuales Dios te llamó?”.

“Quizás fue la Escritura, una iglesia magnífica o una canción inspiradora; sin embargo, es más usual que Dios use a alguien en nuestra vida para llegar a nosotros: un padre, un miembro de la familia, un amigo, un sacerdote, una hermana religiosa o un laico devoto”, recuerda.

  1. La etapa de la “constancia”

En su artículo, Mons. Pope menciona que “al llegar a Jerusalén, los Magos se encontraron con una situación bastante confusa y desalentadora: Herodes no sabía nada del nacimiento de este nuevo Rey”; y, de modo “aún más desconcertante”, vieron que “los líderes religiosos convocados parecían poco entusiasmados con el Rey recién nacido”.

Tras recibir la información de dónde sería el nacimiento de Cristo, los Reyes Magos percibieron que no había “regocijo” en la gente, ni “ninguna convocatoria para decirles que finalmente ha nacido un Mesías anhelado, ¡ni siquiera más preguntas!”.

“Pero los Magos perseveraron en su búsqueda. ¡No se rindieron! Hoy en día, muchos han encontrado su camino a Cristo pese a que los padres, el clero y otras personas que deberían haberlos llevado a Jesús, estaban dormidos, eran ignorantes o pecadores”, señala.

  1. La etapa de la “confesión”

El Evangelio continúa: “Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos […] Entraron en la casa; vieron al Niño con María, su madre y, postrándose, le adoraron”.

Al respecto, apunta que “los Magos partieron y continúan siguiendo el llamado de Dios a través de la estrella”, y hace notar que “se ‘postran’ ante Jesús”.

El sacerdote explica que “la palabra griega utilizada es prosekunēsan, que significa ‘postrarse en adoración’”, e indica que se trata de “una confesión de fe”. En ese sentido, llama a reflexionar sobre si “su fe es una fe real o simplemente una observancia superficial”, y anima a que “busquemos los efectos de una fe real y salvadora”.

  1. La etapa del “costo”

Mons. Pope afirma que luego de adorar al Niño Jesús, “los Magos se sienten impulsados ​​a dar tres obsequios simbólicos que muestran algo de lo que incluye la verdadera fe”. Precisa, además, que estos tres regalos: oro, incienso y mirra, son “costosos”.

“El oro simboliza todas nuestras posesiones. El incienso representa el don de la adoración. La mirra, un ungüento funerario, prefigura la muerte de Jesús. Estos tres dones son muy simbólicos. Los Magos están mostrando los frutos de la fe salvadora”, resalta, y anima a hacerse la siguiente pregunta: “¿Estoy dispuesto a cubrir el costo de nuestro seguimiento a Cristo?”.

  1. La etapa de la “conversión”

El Evangelio nos informa: “Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino”. Al respecto, Mons. Pope afirma que en esta etapa está la “evidencia esencial para la fe: la conversión”.

“Estos Reyes Magos ahora caminan de manera diferente y no regresan a casa por el mismo camino por el que vinieron. Se han dado la vuelta (‘conversio’). Caminan por el camino recto y estrecho que conduce a la vida, en lugar del camino ancho que conduce a la condenación. ¡Ya no son meros magos, ahora son sabios!”, concluye.

 

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