La guardia del Hospital Carrasco evidenció este jueves un escenario preocupante. Al igual que en otras instituciones de salud de la ciudad, la gran demanda generó largas filas de personas que esperaban ser atendidas.

El crecimiento de casos en las últimas semanas fue exponencial y dejó atrás aquellos primeros días en los que Rosario aparecía como un ejemplo de respuesta a nivel nacional.

La fuerte suba en la cantidad de gente que asiste a solicitar un hisopado derivó en las imágenes de la mañana de este jueves, que se repitieron en varios momentos de jornadas anteriores. Largas filas de personas que esperan ser atendidas por un personal de salud sobrecargado de tareas.

El Carrasco fue designado al inicio de la pandemia como un espacio covid y se preparó desde entonces para poder dar respuesta. Aún así, están al borde del colapso, con personal de licencia por ser población de riesgo y trabajadores saturados.

Al escenario que se dio este jueves en las puertas del Hospital hay que sumarle la exclusiva apelación a la responsabilidad individual de quienes conformaron la fila esperando ser atendidos, ya que no había nadie controlando que se cumplan las medidas preventivas, como la utilización de tapabocas y la distancia física correspondiente.