VIERNES, 29 DE NOV

Lanzaron plataforma digital del diario La Vanguardia: para mantener viva la historia de los trabajadores

Un archivo de la historia de los trabajadores y trabajadoras, y de las izquierdas.

En los años noventa, en el ámbito de la disciplina historia se impuso el paradigma que suponía que no era necesario estudiar al pasado de los trabajadores y las trabajadoras, y mucho menos de la izquierda. Sin embargo, tras la crisis de 2001 no paró de avanzar una corriente de estudios históricos que tiene como objeto de estudio a la clase trabajadora. Sin embargo, existía otra traba y era que en muchos casos no se podía contar la historia de las clases desposeídas porque no había fuentes. Como en su mayoría fueron analfabetos, pocos de los componentes obreros pudieron dejar un registro escrito. Incluso, en el caso de que hubieran podido generar su prensa u otras formas de registrar sus opiniones o su cotidianidad, en muchos casos fueron destruidas por las repetidas represiones que sufrió esta clase social junto a sus organizaciones políticas o sindicales. Un motivo más hizo que esta parte de la sociedad no tuviera registro histórico y es que no tuvieron una política de preservación de su patrimonio. Mientras esto pasaba, al mismo tiempo muchos investigadores o archivistas se dieron la tarea de rescatar esas fuentes que son vitales para reescribir la historia de nuestro país. Esa labor emprendió un grupo de historiadores de Buenos Aires y Rosario –Sabrina Asquini, Emiliano Fagotti, Martín Gabiniz, Laura Scoppetta, Paulo Menotti, Antonio Oliva, Alex Ratto, Cristian Sebastiani y Pablo Torres– que forman parte del Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas (CEHTI) y están digitalizando el diario La Vanguardia para ponerlo a disposición del público en la página vanguardiadigital.org. Ésta página web fue presentada este jueves 21 de noviembre, en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (Entre Ríos 751) y contó con la participación de Hernán Camarero y Diego Ceruso (CEHTI).

Dura labor

Los estudiosos de la historia deben acceder a los documentos del pasado que reflejan aquello que sucedió. En nuestro país, la mayor parte de ese acervo se encuentra en archivos de la ciudad de Buenos Aires por lo que, para investigadores del interior del país, era una tarea difícil y costosa acceder a esos documentos. En ese sentido, cuando algunos historiadores descubrieron que había archivos completos con material, como el diario La Vanguardia, se dieron la tarea de buscar una forma de rescatar o preservar a esas colecciones de diarios. Cristian Sebastiani fue el factótum que logró un convenio con el Partido Socialista Auténtico (PSA) que generosamente prestó el material para ser digitalizado. A partir de ese momento, el equipo de profesores de Historia inició un duro trabajo con la asistencia técnica de Alex Ratto quien, idóneo en informática, montó una estrategia para lograr capturar las imágenes, adecuarlas a nuevos formatos y lograr subirlas a internet para que estén a disposición de todo el mundo.

Por qué La Vanguardia

La Vanguardia fue el periódico socialista creado por Juan B. Justo en 1894 que, en 1905 se volvió un diario de calle que compitió con la prensa masiva de esa época, La Nación y La Prensa. En ese sentido, además del valor informativo y de sus propias editoriales, el diario socialista es una importante fuente que refleja los problemas, valores y situaciones que atravesaron trabajadores en el pasado. Además, al tener un formato similar a la prensa masiva, La Vanguardia contaba con segmentos de economía, cultura, espectáculos y deportes que nos permiten tener una idea general de la sociedad del pasado.
Además de esto, el grupo de gente que está digitalizando este diario, piensa que la actividad no se reducirá únicamente a digitalizar La Vanguardia sino que piensan ampliar el material en un futuro.

Reescribir la historia

Los sitios de internet que son las veces archivos de fuentes históricas, como vanguardiadigital.org, vienen entonces a renovar las posibilidades de reescribir la historia. Junto a éste, se pueden citar el Topo blindado, Ameericalee, Ruinas digitales, Trapalanda y Hemeroteca digital (en Santa Fe). Aprovechando e incentivando este tipo de iniciativas, el CEHTI se constituyó como un ámbito autogestionado, que nació como iniciativa de un conjunto de docentes e investigadores de la Universidad de Buenos Aires, fundamentalmente de la carrera de Historia, pero también de otras disciplinas humanísticas como Sociología, Ciencias Políticas o Antropología. Este grupo, del que forma parte vanguardiadigital.org se propone entonces avanzar en el estudio y la investigación de la Historia de trabajadoras y trabajadores, así como también de las izquierdas.

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