Por Gisela Gentile

La mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no presentan factores de riesgo evidentes ni antecedentes familiares de esta enfermedad. Destacando que existen múltiples factores de riesgo que influyen en el desarrollo de esta patología. Esto significa que todas las mujeres debemos ser conscientes de los cambios en nuestras mamas y conocer la anatomía de las mismas.

Es necesario que conozcamos nuestro cuerpo, que lo miremos, lo registremos y nos alojemos en él. En esa mirada y recorrido no pueden quedar por fuera nuestras “tetas”, aquellas que son veneradas por momentos y ocultadas y reprimidas en otros, según los deseos de la sociedad patriarcal en la cual vivimos. Esas tetas que se desarrollan en la adolescencia, que alimenta cuando decidimos ser madres y que pasados los 40 años son más propensas a enfermar. Porque aún en estos tiempos siguen siendo un tabú para la sociedad, es fundamental hablar de ellas.

Ser mujer ya es un factor de riesgo, a los que se le suma la edad y los antecedentes. Por ello resulta más que importante la concientización y visibilización. Octubre es el mes rosa, caracterizado con este color para visibilizar la lucha contra esta enfermedad. En este contexto, se están llevando a cabo los ciclos #HablemosDeTetas, en donde se busca seguir informando y concientizando en la importancia del diagnóstico precoz.

Eduardo Alvarado es cirujano mastólogo, especialista en reconstructiva y Oncoplástica mamaria, y en diálogo con Conclusión profundizó sobre la importancia de encontrarse. Sin dudas que este año será diferente a otros, pero tendrá la misma finalidad y empuje. “La necesidad de realizar un ciclo que tiene como Hashtag «hablemos de tetas» es simplemente parte de nuestra campaña anual de concientización, sensibilización y lucha contra el cáncer de mama, organizado desde el Lalcec (Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer), Cema (Centro De Mastología) y la fundación Cema Syntamga”.

Una campaña anual que apunta a concientizar a la población femenina, en el que se hace “hincapié en los controles adecuados según la edad, con el objetivo de disminuir la mortalidad por cáncer de mama. Destacando que es el más frecuente de la mujer en el mundo, pero cuando se llega a tiempo se tienen altísimas chances de curarlo, por ello es que necesitamos que las mujeres se controlen de manera adecuada”.

Si bien la pandemia no permite que se lleven a cabo las actividades que año tras año se realizan en el mes de octubre, como la convocante marcha Rosa, en la virtualidad se ha podido encontrar el lugar de encuentro y lucha colectiva. “Hemos tenido una gran respuesta en este formato virtual que le damos a nuestra caminata rosa, ya que este año no podremos hacerla de manera real. Actualmente estamos realizando una serie de encuentros por Zoom todos los martes a las 19 hs. Allí tanto médicos como personalidades dedicadas a actividades aledañas en la lucha contra el cáncer de mama, damos información a la población en general. Siempre acompañados por personalidades de los medios de comunicación en la conducción y terminando cada encuentro con un cierre musical que es elegido por el artista”, enfatizó Alvarado.

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Los mismos se extenderán hasta el 18 de octubre, ya que el 19 se conmemora a nivel mundial el día de lucha contra esta enfermedad. El domingo 18 tendremos un encuentro de cierre, en formato Zoom pero a las 11 de la mañana, en el cual se agregará una clase de danza como manera de estimular la actividad física, intelectual y artística, continuando también con la información de concientización de esta problemática que se lleva  a cabo cada año, en es este mes mundialmente conocido como ‘rosa’”.

 El contexto de pandemia ha sido, en muchos casos, una causa para no realizarse los controles anuales que se llevarían a cabo en momentos de normalidad. Al respecto, el mastólogo expuso: “Obviamente estamos viendo una menor cantidad de consultas en torno a controles, en los hospitales públicos las mamografías para el control y screening de la población en general, están  suspendidos en la mayoría de ellos. En las clínicas y hospitales privados sí se están realizando, lógicamente con normas de bioseguridad.  Se están viendo en estudios de distintos países del mundo cánceres más avanzados que en los años habituales. Con lo cual el mensaje es que no hay que dejar de controlarse, y como la pandemia es muy difícil de prever y no sabemos cuándo habrá una ventana para el control, cada mujer tiene que estar atenta al momento en el cual pueda ir a realizarse su mamografía, control médico habitual, estimulando que no dejen de hacerlo ya que resulta fundamental para el diagnóstico precoz”.

En este último tiempo los tratamientos para el cáncer de mama han evolucionado exponencialmente. El especialista explicó: “Ha pasado como en toda la ciencia, vengo de familia de médicos y ya mi abuelo realizaba tratamientos para esta enfermedad. En su época la única herramienta era la cirugía grande y mutilante, que lógicamente tenía muy buenos resultados por sí sola. Ya en la época de mi papá, también muy dedicado a la lucha contra el cáncer, siendo los primeros en utilizar la cirugía conservadora, que trataba de combinar cirugía con radioterapia para lograr las mismos posibilidades curativas que aquellas cirugías mayores. A lo que se le sumó la hormonoterapia y la quimioterapia en distintas variantes. Hoy en día, a esas herramientas además se le suma la reconstrucción oncoplástica, anticuerpos monoclonales, y muchos más avances específicos para cada cáncer de mama. No existe un sólo tipo o paciente de esta enfermedad, sino que hay muchos subtipos desde el punto de vista molecular y en consecuencia también personas distintas, por lo cual cada tratamiento es personalizado”.

Hoy en día el diagnóstico precoz sigue siendo la principal aliada, “por ello debemos siempre fomentar que la mujer haga la consulta y controles según la edad y antecedentes, por lo cual será distinto en cada caso particular. En las mujeres a partir de los 30 años, los exámenes clínicos y ecografía son un aliado, a los 35 se debería realizar la primer mamografía y a partir de los 40 y hasta los 80 y más, la mamografía anual, ecografía si es necesaria y el examen clínico. En cuanto al autoexamen, es bueno para que las pacientes conozcan su anotomía, y puedan estar atentas a algo nuevo para consultar, pero siempre aclarando que no todo nódulo va a ser un cáncer de mama. También resulta importante aclarar que el autoexamen no es la única herramienta, y no debemos confiar en ella ciegamente, porque no ha bajado mortalidad de cáncer de mama como si lo hacen los estudios”.

Con los mismos, entre otras cosas, se encuentran lesiones subclínicas que se escapan a aquellas que podemos tocar. “Con esto hacemos referencia las no palpables, que nos permitirán llegar mucho más a tiempo y tener muchas más posibilidades de curar y utilizar menos herramientas para lograrlo”, sentenció.

Para concluir el cirujano reflexionó que “es importante entender que 1 de cada 8-10 mujeres que lleguen a los 80 años van a ser un cáncer de mamá en el transcurso de su vida. El mayor riesgo es ser mujer y el paso de los años, porque la mayoría de los casos que diagnosticamos no tienen antecedentes familiares ni factores de riesgo. Por ende, todas deben realizarse controles, ya que los mismos salvan vidas, hablemos de tetas sin tapujos”.