En el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemora cada 29 de septiembre, el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires advirtió que uno de cada tres pacientes reconoce tener peor salud y control cardiovascular que el año pasado, mientras que durante la pandemia se duplicó la mortalidad por infartos en el país.

Para la elaboración de este informe, el ICBA encuestó a unos 6.000 pacientes sobre la percepción que tenían de su salud cardiovascular. Una de las conclusiones a las que llegó, es que en estos meses de cuarentena las personas no consultaron o lo hicieron tardíamente cuando se trataba de enfermedades que no tenían que ver con el Covid-19.

A raíz de la pandemia, se profundizaron las medidas para prevenir el coronavirus pero se advirtió que las consultas y estudios vinculados al control de otras enfermedades y condiciones quedaron con fechas inciertas y algunos hábitos que influyen en una mejor calidad de vida están en pausa.

La pandemia y el descuido de la salud cardiovascular

Uno de cada tres pacientes encuestados señaló que su dieta y su presión arterial está peor controlada que antes de la pandemia. Además, dos de cada tres personas redujeron su actividad física, con un consecuente incremento de peso.

La mitad de los encuestados señaló que sólo consultaría con los médicos si tiene síntomas severos e igual porcentaje dijo haber postergado sus consultas habituales o en guardias, mientras que el 40% retrasó todos sus controles hasta tiempo indefinido.

En comparación a años anteriores, entre el 40% y el 60% de las personas relevadas dijo haberse realizado menos análisis de laboratorios, pruebas de esfuerzo u otros estudios de evaluación cardiovascular.

Además, entre el 30% y el 50% de los pacientes refirió que se incrementaron los problemas de acceso a la salud: se dificultó la obtención de recetas, el contacto con las instituciones o los médicos, la movilización hasta el centro, o incluso se incrementó la complejidad de los trámites administrativos. Por otro lado, una de cada diez personas dijo haber bajado o suspendido su plan de salud, un aspecto posiblemente provocado por la crisis económica.

“Las dificultades para efectuar trámites, movilizarse a centros de salud, o contactarse con instituciones sanitarias tuvieron un fuerte impacto negativo en el control de factores de riesgo, toma de medicamentos y estudios periódicos y preventivos”, expresó el cardiólogo Pablo Lamelas.

Por su parte, el Jefe de Medicina Cardiovascular del ICBA, Marcelo Trivi, sostuvo: “Estas respuestas son compatibles con lo observado en los centros de salud. Los pacientes llegan más tarde y por lo tanto, con peor pronóstico de sus enfermedades. La postergación de sus controles y estudios tendrá un efecto deletéreo en la salud de nuestra población a mediano y largo plazo«.

Durante la pandemia se duplicó la mortalidad por infartos

Según el registro de Stent Save a Life! Argentina, desde los inicios de la pandemia se duplicó la mortalidad por infartos y la tasa continua alta. “Esta estadística muestra que los pacientes consultan tarde”, completa Trivi.

Al respecto, Lamelas agregó que “los servicios de ambulancias tuvieron más activaciones por paros cardíacos. Esto también es consistente con reportes del resto del mundo, donde se duplicaron o incluso triplicaron las muertes súbitas en domicilio por problemas cardiovasculares”.

La salud cardiovascular en la nueva normalidad

Los especialistas brindaron algunas claves para cuidar la salud cardiovascular en tiempos de pandemia.

“Aquellos pacientes que realizaban ejercicio y tienen sus chequeos al día, no necesitan una evaluación. Sin embargo, las personas que han tenido problemas cardíacos, sintieron molestias en el pecho o incremento de falta de aire durante el ejercicio en la cuarentena, deberán consultar a un cardiólogo”, advirtió Trivi.

El home office también impactó en la salud, por lo que el médico Lamelas recomendó: “El trabajo desde casa necesita hábitos y disciplina. El problema surge generalmente cuando se prioriza desmedidamente el trabajo. Esto genera un agotamiento severo, con un consecuente menor rendimiento y demanda del poco tiempo libre disponible”.

“Distintas estadísticas de neurociencias revelan que durante la pandemia hubo en nuestro país un incremento de estrés, síntomas de depresión y angustia. Dedicar un tiempo diario al bienestar -con actividades de relajación o ejercicio físico- puede ser una primera medida preventiva”, aconsejaron los médicos.