Por Diego Caputo

El proceso para conformar el Parque Nacional Islas de Santa Fe comenzó de manera lenta. Se creó en el 2010 a partir de la reserva provincial de Santa Fe El Rico (que se fundó en 1968), a la que se sumaron tierras fiscales para llegar a un área de 4.096 hectáreas en ocho islas.

El Parque posee 414 especies, subespecies y variedades registradas. Se trata de un variado complejo de humedales con una gran diversidad de ambientes entre los cuales hay bañados, pajonales, pastizales, bosques, lagunas, riachos y arroyos.

En agosto de 2022, la Legislatura santafesina convirtió en ley un proyecto del Ejecuto provincial para ampliar la superficie del Parque Nacional desde las 4.096 hectáreas actuales a más de 10 mil, algo que todavía debe ser avalado por el Congreso de la Nación, y que por el momento no tiene fecha para ser tratado en ambas cámaras.

Cierto es que el avance privatizador de cientos de terrenos a la vera del Paraná, sumado a la rentabilidad de la agricultura fomentó la cría y el ganado en las Islas, y como consecuencia el desplazamiento de esta actividad trajo consigo tensiones y disputas sobre la adjudicación y titularidad de las tierras.

En ese marco es preciso reconocer que muchas islas sufrieron un proceso de privatización, previa desafectación por parte de los estados provinciales titulares de tal dominio público territorial y consagraron diversos esquemas de adjudicación no sólo bajo formas de derecho administrativo, es decir, reservándose la titularidad dominical provincial, sino con formas claramente de propiedad privada civil.

La política santafesina respecto a la colonización de las islas en su porción del Delta da cuenta de que ya desde 1984 en tierras fiscales se venían dando en arrendamiento, pero que en la aplicación práctica sobre arrendamiento y custodia de inmuebles fiscales se habían presentado situaciones que debían ser contempladas en la regulación.

Bajo la administración del gobernador José María Vernet se sancionó una ley que autorizaba la venta de las tierras en las márgenes del río Paraná «que se conocen con el nombre de islas o anegadizos (art. 105)». Así mismo también se estableció la competencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería (hoy Ministerio de la Producción) para las funciones de administración, arrendamiento y custodia de inmuebles fiscales rurales y un Registro de la Propiedad Fiscal.

 

El decreto 3806/84 establece junto al arrendamiento, que es la figura jurídica que la norma privilegia para el otorgamiento de tierras en tenencia, otros permisos precarios de ocupación, mediante la designación de «cuidadores ad honorem» que velen por los bienes.

El reconocido jurista argentino Miguel Marienhoff se ocupó de reafirmar ya a mediados de los años noventa que la única interpretación posible en el caso argentino es que todas las islas en ríos, navegables o no, sean públicas, con la única excepción del caso que una isla se forme en terrenos privados a causa de un cambio o bifurcación del cauce.

El Código Civil y Comercial establece también que son públicas «las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económica exclusiva, la plataforma continental o en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los lagos o lagunas navegables, excepto las que pertenecen a particulares«.

En junio de 2019, el abogado Leonardo Pastorino se refirió al caso santafesino en el marco de las jornadas de derecho agropecuario que tuvieron lugar en provincia de Corrientes. Sintetizó sobre el caso en particular que lo aprobado en los años ochenta “sin que así lo exprese, puede intuirse que tal decisión puede motivarse en la necesidad de poblar, pero específicamente buscando evitar la usurpación y posterior pérdida de terrenos”, pero fue categórico al decir que para ser custodio de las tierras se privilegió “el ser productor agropecuario (acreditando con boleto de marca, libreta sanitaria o talón de censo agropecuario); ser preferentemente vecino del predio y tener «buena conducta». Además de evitar la presencia de ganado que no sea de su propiedad o notificar toda situación que se presente, el custodio debe custodiar el inmueble y sus mejoras y «velar por la conservación y protección de la flora y fauna natural, o ictícola».

El Parque Nacional hoy

Diez años después, el Parque cuenta en la actualidad sólo con más de 21 agentes, entre brigadistas, guardaparques, técnicos de conservación y administrativos; y se prepara para estar abierto al público a partir del verano.

Se trata de un conjunto de ocho islas con importante vegetación y fauna en muy buen estado de conservación ubicadas en pleno Delta medio del Paraná, a mitad de camino fluvial entre la santafesina Puerto Gaboto y la entrerriana Diamante, dentro del sitio Ramsar Delta del Paraná, un enorme humedal de importancia internacional.

La Intendencia del Parque Nacional Islas de Santa Fe se ubica a tan sólo 50 kilómetros de Rosario, en la mencionada Puerto Gaboto. La zona de protección se sitúa desde las costas cercanas a la ciudad de Santa Fe hasta el norte de la ciudad de Rosario.

Voces a favor

El senador Lisandro Enrico se mostró conforme en su momento con la iniciativa impulsada desde el Ejecutivo explicando que «en materia de fauna se hallan algunas especies en peligro de extinción como yacarés, lobitos de río y carpinchos, además de dorados, tortugas y demás aves y peces propios del ecosistema que se pretende preservar».

Tras lo cual también subrayó que “por fin que esa superficie forme parte de un ecosistema que merece protección ambiental y agrandar la superficie de uno de los veintiocho parques nacionales, que se encuentra en nuestro territorio santafesino y que fue creado en el año 2010”, destacó el senador de la UCR.

Por su parte, la ministra de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, Erika Gonnet dijo “con la ampliación del Parque Nacional Islas de Santa Fe concretamos un eje fundamental de la agenda ambiental de la provincia” y expresó  que desde esta gestión “nos planteamos el desafío de poner en marcha el único Parque Nacional en Santa Fe. Hace dos años, el gobernador Omar Perotti y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié venían a visitarlo y asumieron ese compromiso”.