La jueza Silvia Urioste, del departamento uruguayo de Rocha, encabezó este martes la reconstrucción del camino que habría hecho la adolescente argentina Lola Chomnalez el día en el que fue asesinada en la playa de la localidad de Valizas.

El recorrido de seis kilómetros que separan el lugar donde se encontró el cuerpo y la casa de los familiares de la adolescente, se  realizó con la presencia del pescador que es padre del adolescente que encontró el cadáver de Lola, la fiscal Gabriela Sierra, la Policía Científica y personal de Delitos Complejos.

Los agentes judiciales y policiales que realizaron la reconstrucción de lo ocurrido el 28 de diciembre pasado en un tramo de playa entre los balnearios de Valizas y Agua Dulce concluyeron que la chica caminó unos 4.800 metros por la playa antes de ser asesinada.

El abogado uruguayo que representa a la familia de la joven de 15 años ultimada, en declaraciones al diario El País, se manifestó «optimista» ante la investigación realizada por la jueza Urioste.

El letrado indicó que las tareas periciales continuaran en las próximas horas en el Juzgado de Rocha.   Urioste reemplazó a partir de la semana pasada a la subrogante Marcela López, que comandó los primeros días de la instrucción, cuando se detuvo a nueve personas, entre ellas el esposo de la madrina de Lola, las cuales fueron liberadas en su totalidad por falta de mérito.

López dejó la causa días antes de la reasunción de Urioste aduciendo problemas de salud, aunque la prensa local mostraba serias diferencias de la jueza con efectivos de la policía de Rocha.

El cuerpo de Lola fue encontrado el 30 de diciembre pasado, dos días después de haber desaparecido cuando caminaba por la playa.

La autopsia determinó que la chica presentaba heridas de arma blanca de carácter leve y que su muerte se produjo al ser asfixiada contra la arena. En el cuerpo no se hallaron rastros de abuso sexual.

El pasado 15 de enero fue encontrada la mochila de Lola, enterrada a unos 150 metros del lugar en el que había sido hallado el cuerpo. La mochila tenía rastros de sangre, cuya pertenencia se intenta determinar.