Por Vanesa Pacheco
La trascendencia del agua potable en nuestras vidas, así como el consumo actual de los rosarinos y el rendimiento del servicio que presta Aguas Santafesinas Sociedad Anónima, fueron algunos de los temas abordados por Guillermo Lanfranco, gerente de Comunicación de la misma, en diálogo con Conclusión.
“A partir del nuevo acueducto se reforzó y amplió el sistema de provisión de agua potable que abastece al Gran Rosario, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, Funes, Villa Gobernador Gálvez, Roldán y Pérez. Antes de esto, Rosario tuvo durante 130 años una única planta potabilizadora, en el barrio de Arroyito, la cual dio origen al servicio. Sin embargo, resultó insuficiente para abastecer al gran crecimiento de la población”, detalló el funcionario de ASSA.
Consumo y derroche
Lanfranco explicó que en los últimos años hay un cambio de paradigma respecto al consumo del agua, y en Rosario en particular se produjo una gran transformación en cuanto a su cuidado mediante campañas de concientización y programas educativos.
También señaló que en nuestra ciudad el consumo de agua promedio es de 350 litros por día y por habitante, el cual es elevado respecto al consumo que la Organización Mundial de la Salud considera de estándar de vida alto y que es de 250 litros por habitante.
El promedio ejemplificado del uso de agua en distintas circunstancias o necesidades es que se tira demasiada, sin pensar en la calidad y el tratamiento que requiere para potabilizarla, sino solamente en la facilidad de acceso que tenemos al abrir una canilla.
Si graficamos en números es asombroso, porque una persona para un baño de inmersión utiliza 150 litros de agua, y para una ducha de cinco minutos entre 40 y 70 litros.
Vale un ejemplo más que puede ser destacable: para el lavado de manos usamos entre 1,5 y 3 litros de agua, y esto es únicamente higiene personal.
Otra muestra es el uso del lavarropas, que lleva entre 100 y 200 litros de agua por ciclo, o que para lavar un auto con manguera se consumen 500 litros, mientras que para lavarlo con un balde solo se gastan 50 litros.
Estos datos son otorgados por ASSA luego de su última medición.
Campaña y concientización
Desde Aguas Santafesinas se trabaja constantemente en la concientización del cuidado del agua, por lo cual se hacen asiduamente campañas sobre esta problemática. Incluso desde la empresa se repartieron picos de corte para los porteros de edificio.
“En Rosario está prohibido lavar las veredas sin pico de corte y en localidades del interior como podría ser Casilda, tiene días asignados para lavarlas. Si no se cumple la ordenanza son sancionados con una multa municipal”, acentuó Lanfranco.
Por otra parte agregó que se trabaja mucho con los chicos, que son los que muchas veces educan a los mayores respecto al consumo del agua en la vida cotidiana.
Uno de los programas vigentes para las escuelas es Aguas/Educa, destinado a generar conciencia sobre la importancia de un elemento vital como el agua potable y la necesidad de su uso responsable.
El programa se lleva a cabo en cada una de las quince ciudades donde la empresa presta servicio en forma directa, y en las doce alimentadas por el Acueducto Centro Oeste.
El objetivo del programa es transmitir con actividades el valor del agua, conocer el proceso de potabilización y generar conciencia a la hora de utilizarla sin malgastar. Para reforzar estos conceptos se entrega a los chicos folletos y calcos alusivos al cuidado y la importancia del agua. Mientras que a las docentes se les otorga material audiovisual y didáctico para ampliar los contenidos en clase.
La potabilización
“El agua es captación, potabilización y distribución, lo cual necesita acueductos. Esta mega obra se hizo de modo subterráneo y el tiempo de construcción del Acueducto Gran Rosario es récord, ya que se realizó en un año y medio y fue pagada íntegramente por la provincia de Santa Fe, a un valor en ese momento de 8.000.000 de pesos”, detalló Lanfranco.
Con respecto a su alcance, la planta abastece la zona norte, los barrios Cristaleria, Celedonio Escalada y la Zona Cero, que es la nueva urbanización en el noroeste, además de Baigorria y Bermúdez. Próximamente será la ciudad de San Lorenzo, porque hay una obra de diez kilómetros que está adjudicada y llevaría un año y medio aproximadamente finalizarla.
“Para destacar la importancia de la obra –dice el responsable de Comunicación de ASSA-, es necesario decir que este año no se registraron problemas con el suministro del servicio, lo cual significa que el agua llega de forma correcta a cada hogar de la ciudad. Es decir, no se registraron cortes masivos como años anteriores”.
Proyecto en marcha
Lanfranco explicó que “la provincia tiene planificado un sistema de 12 acueductos, y al presente dos ya están funcionando: uno es el Acueducto Centro Oeste Santafesino, que tiene la cabecera en Monje y abastece a 13 localidades, y el límite con Córdoba. Otro es el Gran Rosario, y además se está construyendo uno más en Reconquista y Avellaneda, que están incluidos en la primera etapa”.
Según el funcionario, en la actualidad se está diseñando la segunda etapa del Gran Rosario, donde una cisterna podría llegar a almacenar diez millones de litros para su posterior distribución. “Esto costaría alrededor de mil millones de pesos y en este caso la provincia está definiendo cómo lo va a ejecutar, si con recursos propios o nacionales”.
Por otra parte recalcó que “las obras son necesarias porque sin agua no crece ni se puede urbanizar una ciudad”.
Otro dato importante que resaltó Lanfranco es que hay sólo dos zonas con canillas públicas instaladas por Aguas Santafesinas para evitar pérdidas de agua importante e impedir el riesgo sanitario a las personas que viven en zonas periféricas. Estas están en Barrio Toba Aborigen Argentino al sur y Tío Rolo.
También destacó que “Rosario es una ciudad que tradicionalmente no tiene enfermedades de origen hídrico, porque aproximadamente hace más de cincuenta años no registra índices de cólera o malaria. Y esto se debe a que hay acceso al agua potable, la cual es vital para los seres humanos”.
